ROBERTO GRACIA

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“LA LLEGADA DEL NUEVO MINISTRO REPRESENTA UNA  GRAN OPORTUNIDAD DE MEJORA EN LA POLITICA DEL MCYT AL COINCIDIR CON LA PRESENTACION DEL NUEVO PLAN NACIONAL”

Mejorar la competitividad de la industria española depende, en gran medida, del buen entendimiento entre el mundo científico y el empresarial. Para ello, el Plan Nacional de Investigación 2000-2003 designó a los centros tecnológicos como interlocutores en este diálogo. Roberto Gracia, presidente de la Federación Española de Centros Tecnológicos (FEDIT), cree que ahora se trabaja en la línea acertada para lograr un mayor acercamiento entre todos los agentes implicados y que es tarea del Gobierno liderar las actuaciones necesarias para acabar con la dependencia tecnológica que arrastra nuestro país.

España es, tras Grecia y Portugal, el país donde menos dinero se dedica a investigación y desarrollo en porcentaje del PIB. ¿Cómo se lo explica la ciencia?

Existen varias causas que explican este problema. Falta de cultura de innovación tecnológica en el país, tanto a nivel gubernamental como en el tejido empresarial. Así mismo, no hay que olvidar que los recursos de España no alcanzan a los de la media de países de la UE. Es una cuestión de establecer prioridades, sobre todo, teniendo en cuenta la actual directiva comunitaria para mantener el déficit cero (condición no cumplida por otros países de la Unión). La evolución hacia niveles propios de los países más adelantados de la UE no puede ser drástica, pero debe ser continua. En ese sentido sí se están haciendo esfuerzos.

En nuestro país parece que científicos e investigadores caminan por una parte y empresarios por otra. ¿La creación de Fedit responde a un intento de buscar un camino en el que confluya la actividad de ambos? 

Fedit es la federación de centros tecnológicos privados y sin ánimo de lucro, cuyos objetivos estratégicos básicos, agrandes rasgos, son los siguientes: lograr el reconocimiento del Sistema Ciencia y Tecnología Español (Scte) para los centros tecnológicos, ayudar a la internacionalización de los centros y, por último, dar los servicios del mayor valor añadido posible requeridos por sus miembros. La federación, cuyos miembros se encuentran más cerca del mundo de la empresa que de la universidad, trabaja para colaborar en la adecuada integración de los diferentes miembros del Scte: universidad, organismos públicos de investigación (OPI), centros tecnológicos y empresas, ya que las actividades de sus miembros, en lo que respecta al desarrollo tecnológico, así lo requieren.

A punto de cumplir un año como presidente de Fedit, ¿cree que ha logrado propiciar un mayor acercamiento entre los investigadores y el sector empresarial?

Este primer año es, a su vez, el primer año del último plan estratégico, y son los objetivos estratégicos indicados anteriormente los que marcan la dirección de nuestro trabajo. Dentro del reconocimiento de los centros tecnológicos se aprecia una mayor proximidad entre el mundo de la ciencia, el propio Gobierno, los centros tecnológicos y, por supuesto, el entorno empresarial. La búsqueda de mecanismos de cooperación tecnológica a nivel internacional y la ayuda para una mayor participación de los centros tecnológicos en los programas internacionales de apoyo a la I+D+I ha sido otro objetivo en el que Fedit ha trabajado activamente.

Tradicionalmente, el sistema productivo español ha tenido una gran dependencia tecnológica. Empresarios, científicos, tecnólogos y responsables políticos son los agentes implicados en la actividad económica del país. ¿A quién compete corregir esta tendencia y dar un impulso a la política científica que redunde en la competitividad de las empresas?

El cambio lo debe liderar el equipo competente del Gobierno, pero es obra de todos los implicados el conseguirlo. El Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación es el instrumento del Gobierno para ese gran proyecto. En breve aparecerá el nuevo plan para los años 2004-2007, realizado por el equipo del Mcyt y, en sus manos estará la implantación y seguimiento del citado plan nacional.

¿Con qué expectativas se ve desde Fedit la llegada de Costa al Ministerio de Ciencia y Tecnología (Mcyt)?

La llegada del nuevo ministro, que a corto plazo es una incógnita, representa una gran oportunidad de mejora en la política del Mcyt ya que coincide con la presentación del nuevo plan nacional.

¿Qué sectores del tejido industrial son más susceptibles de introducir una mayor innovación tecnológica en sus procesos productivos?

Dentro del tejido industrial conviene mantener y aumentar la inversión en I+D de los sectores más avanzados (farmacia, aeronáutica…) y propiciar el que se haga en sectores tecnológicamente más clásicos (construcción…).

El VI Programa Marco europeo de I+D+i define un importante proceso de concentración en grandes áreas estratégicas y proyectos de envergadura. ¿Cómo pueden las pequeñas y medianas empresas de nuestro país adecuarse a estas directrices?

Las pequeñas y medianas empresas se deben acercar al VI Programa Marco y encontrar todos los recovecos que les permitan participar en él: proyectos Carft, aliarse con consorcios más capacitados… Los centros tecnológicos, además de lograr un importante retorno económico, son aliados de las pymes en esas tareas y el compañero ideal para lograr su participación en la UE y, posteriormente, utilizar los logros de estos proyectos para la mejora de su competitividad.

A lo largo del V Programa Marco, Fedit ha sido una de las organizaciones que más contratos ha logrado, con el 10,8% de retornos del total español. ¿Podrá consolidar esta posición y posicionarse como una red referente con los nuevos criterios del VI Programa Marco?

Los centros tecnológicos han sido el agente más activo del sistema español de ciencia y tecnología en el V Programa Marco. Con esa experiencia y una adecuada preparación en las nuevas exigencias requeridas por la Comisión Europea parece posible, sin triunfalismos, mantener la posición de referente entre los agentes del espacio europeo de I+D+I.

¿Qué protagonismo espera tener la federación que usted preside en la nueva área europea de investigación que ha emanado de este nuevo Programa?

Como tal federación, Fedit pretende asentar la posición de liderazgo conseguida en el V Programa Marco en lo que a participación y retornos se refiere. En cuanto a los centros tecnológicos que la forman, el VI Programa Marco debe representar una fuente básica de la financiación de la I+D propia y una forma de acercarse a sus clientes críticos en todas las tareas de innovación, a medio y largo plazo. Los proyectos de los centros tecnológicos de Fedit, en el año 2002, representan aproximadamente el 40% de lo realizado por la Red Fraunhofer alemana.

¿Qué supone para España, desde el punto de vista científico y tecnológico, la ampliación de la Unión Europea?

La ampliación supone un claro reto para nuestro sistema de ciencia, tecnología e innovación y para los centros tecnológicos en particular. Debemos mantener nuestra postura actual en la que superamos en capacidad de innovar a los nuevos miembros, tarea nada fácil. Los objetivos planteados por el Gobierno central y algunas autonomías especialmente activas, como el País Vasco y Valencia, en lo que a gasto de I+D y cultura del sistema se refiere, podrían ayudar si son realistas y realizables en el período previsto.

En la presentación de patentes en la oficina europea de Múnich, tampoco la presencia española es destacada.

El problema de la escasez de patentes tiene varios aspectos. A la falta relativa de ideas patentables se añade la falta de cultura de protección intelectual e industrial, y la poca credibilidad que ha tenido el tejido empresarial en esta forma de gestionar la innovación. En estos momentos, las empresas, los OPIs y nuestros centros tecnológicos están iniciando una serie de acciones para paliar esta importante carencia. Como en todo lo que colabora a la eficacia del sistema de ciencia, tecnología e innovación, una acción eficaz de impulsión del Gobierno y las autonomías puede ayudar a que esas acciones consigan los objetivos y lo hagan en el plazo previsto.

¿No sería necesario despertar desde los estamentos educativos un mayor interés hacia la innovación tecnológica?

Es imprescindible aumentar la cultura del país en todo lo que respecta a la innovación y una de las formas, aunque sea a largo plazo, es iniciarla en la época escolar. Por supuesto que existen otras actuaciones que también se deben abordar, pero ésta es la primera y puede que en un futuro resulte ser la más eficaz.

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