Mónica Ariño Castellano

Ingeniera Técnica Industrial y responsable local en Derichebourg España

0 101

“La principal dificultad con la que me encuentro todos los días es la retención del talento, la regulación gubernamental y la demanda de sostenibilidad”

Mónica Ariño Castellano

Nuestra “ingeniera destacada” en este número de la revista Técnica Industrial dirige dos plantas de reciclaje de baterías del Grupo Derichebourg, además de liderar el proyecto de ampliación de la planta de Albalate del Arzobispo, en la provincia de Teruel.  Entre sus principales funciones se encuentran las de planificar, dirigir y coordinar todas las actividades tanto de este centro, como con la Dirección General de la empresa, con sede en Madrid.

En el terreno profesional, destaca como un reto primordial “asegurar la eficiencia operativa y la rentabilidad a largo plazo” de dicho centro de trabajo, mientras que, en el plano personal, y no por ello menos importante, manifiesta “la necesidad de equilibrar su vida personal con la profesional”.

Mónica Ariño forma parte del elenco de ingenieras que han sido elegidas para participar en la iniciativa “Mujeres ingenieras de éxito y su impacto en el desarrollo industrial”, el programa que hace varios años puso en marcha la Unión de Asociaciones de Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la rama industrial de España (UAITIE), y que incluye la exposición itinerante “Mujeres ingenieras de éxito”, que recorre los distintos Colegios Oficiales de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de España.

¿Qué le hizo decidirse por estudiar Ingeniería Técnica Industrial en especialidad Química?
En Bachiller empecé a interesarme por las ciencias medioambientales y mi plan era hacer el primer ciclo de Ingeniería Técnica, para posteriormente cursar el segundo ciclo de Ciencias Ambientales, pero durante el estudio de la Ingeniería Técnica comprobé que donde realmente me encontraba cómoda era en las asignaturas relacionadas con el mundo industrial, de forma que encaminé mi formación hacia allí.

”Mis funciones principales son planificar, dirigir y coordinar las actividades del centro y con la Dirección General”

En 2006, al finalizar sus estudios de Ingeniería, completó su formación con las titulaciones de máster en Gestión de Calidad y Técnico en Prevención de Riesgos laborales, iniciando así su trayectoria en este ámbito profesional, ¿cómo fueron los comienzos en esta primera etapa?

Mi primer trabajo fue a través de unas prácticas como parte de la formación del máster en Gestión de Calidad. Al finalizarlas, me ofrecieron continuar trabajando en una empresa familiar de construcción, y allí comencé mi trayectoria profesional. Mientras trabajaba en Construcciones Hermanos Ortillés me matriculé a distancia en el máster en Prevención de Riesgos Laborales. Siempre tuve claro que quería trabajar en un entorno más industrial que la construcción, por lo que seguí buscando empleo, y antes de finalizar el máster en Prevención de Riesgos comencé a trabajar en lo que aquellos años se llamaba Recobat, y ahora Derichebourg, como coordinadora de medioambiente y prevención. Mi comienzo laboral fue duro porque estudiar y trabajar a la vez requiere de un gran esfuerzo y capacidad de trabajo, pero a la vez fueron años muy gratificantes para mí, puesto que aprendí mucho en poco tiempo.

Como ha indicado, posteriormente se incorporó a Derichebourg España, filial del Grupo Derichebourg Environnement, especializada en el tratamiento de productos de consumo fuera de uso, así como en la gestión integral de residuos industriales y en la recuperación de chatarras, en general, ¿cómo fue su incorporación y su evolución en este grupo empresarial?

Mi incorporación fue en el departamento de Medioambiente y Prevención, y uno de mis primeros objetivos fue la implantación y certificación del sistema de gestión de calidad y medioambiente. La planta de Albalate, donde me incorporé, llevaba menos de dos años en funcionamiento y había mucho por hacer. En menos de un año pasé a encargarme de los temas de medioambiente y prevención de las dos plantas que tenía Recobat, Pina y Albalate, y poco más de un año después me ofrecieron el puesto de responsable de Producción y adjunta a dirección de la planta de Albalate del Arzobispo. Desde el año 2008 al año 2019, cuando quedé embarazada, desempeñé ese puesto en la planta de Albalate, y seguí formándome en Gestión de Innovación y Dirección de Empresas.

”Los Ingenieros Técnicos Industriales jugamos un papel muy importante en el desarrollo de métodos de trabajo”

¿Qué cargo ocupa en la actualidad en Derichebourg España? ¿Qué funciones desempeña principalmente?

A finales de 2020, tras incorporarme después de mi baja de maternidad, por cuestiones organizativas, tuve la oportunidad de asumir la dirección de ambas plantas de reciclaje de baterías del Grupo Derichebourg, además de liderar el proyecto de ampliación de la planta de Albalate del Arzobispo. Actualmente la planta de Pina de Ebro se encuentra en cierre temporal,  y mis funciones se centran en la planta de Albalate, donde ocupo el puesto de responsable local. Mis funciones principales son planificar, dirigir y coordinar todas las actividades del centro y con la Dirección General de la empresa, que se encuentra en Madrid.

¿Cuáles son los principales retos y dificultades con los que se encuentra a la hora de desempeñar su trabajo?

La principal dificultad con la que me encuentro todos los días es la retención del talento, la regulación gubernamental y la demanda de sostenibilidad, unida a la responsabilidad social corporativa. Considero que en estos momentos es un problema generalizado en el mundo empresarial, pero el tema del personal, en nuestro caso se encuentra agravado por llevar a cabo nuestra actividad en un entorno rural, donde muchas veces es difícil encontrar ciertos perfiles más especializados. En cuanto a mi principal reto en estos momentos está en la necesidad de equilibrar mi vida personal con la profesional.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Lo que más me gusta es el trabajo en equipo, encontrarme con retos de manera habitual e implantar soluciones que nos faciliten y mejoren el trabajo día a día.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Mis próximos proyectos están encaminados a optimizar la actividad productiva y procedimientos de trabajo del centro de Albalate del Arzobispo. Hace poco más de un año pusimos en marcha una segunda línea de fusión en la que aumentamos en más de un 50% la producción de la planta. Ahora nuestro principal reto es asegurar la eficiencia operativa y rentabilidad a largo plazo. Esto implica optimizar los procesos de producción, gestionar adecuadamente los recursos humanos, mantener estándares de calidad consistentes y adaptarse a los cambios en el entorno empresarial y tecnológico para mantener la competitividad. Además, un cambio legislativo a nivel europeo en la Directiva relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos, durante el trabajo modificará a corto plazo los valores de plomo ambientales y de sangre. La adaptación a esta nueva normativa implicará grandes cambios en nuestro sector, en los que ya nos encontramos trabajando.

¿Cómo cree que evolucionará este sector empresarial en los próximos años?
Probablemente los próximos años vayan a estar marcados por una digitalización y automatización de todos los sectores donde la inteligencia artificial cambiará muchas formas de trabajar habituales a día de hoy.

¿Qué valor añadido considera que pueden aportar los ingenieros de la rama industrial en este ámbito profesional?
Los ingenieros técnicos industriales podemos jugar un papel muy importante en el desarrollo de métodos de trabajo y diseño de herramientas para mejorar las condiciones de trabajo. En nuestro caso, con especial importancia en el desarrollo de ambientes de trabajo con mejores condiciones de seguridad e higiene.

A pesar de la importante demanda de ingenieros por parte de las empresas (el índice de desempleo en esta profesión es prácticamente nulo), en la actualidad se detecta una falta de vocaciones a la hora de decidirse por carreras técnicas, ¿a qué piensa que es debido?
Las carreras técnicas pueden ser percibidas como difíciles o aburridas; además, a menudo requieren de un nivel más alto en habilidades matemáticas y científicas, así como una formación específica, lo que puede resultar disuasorio para muchos estudiantes. La falta de referentes y modelos a seguir actuales, también puede hacer que los estudiantes no se sientan motivados a elegir este tipo de estudios.

¿Qué medidas o iniciativas se podrían llevar a cabo para cambiar esta situación?
Creo que asignaturas más prácticas en etapas más tempranas, o incluso colaboraciones del mundo empresarial con colegios o institutos, podrían ayudar a dar otra visión acerca de este tipo de estudios. Programas educativos y experiencias prácticas, en colaboración con la industria, estableciendo asociaciones que desarrollen programas de aprendizaje y ofrezcan becas para el estudio de estas ramas.

Lo más importante es que las nuevas generaciones tengan acceso a información y referentes de calidad, destacar ejemplos de éxito en campos técnicos y tecnológicos, creando referentes para ellos donde puedan ver el impacto positivo que estas personas tienen en nuestra sociedad.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.