JOSÉ MARÍA ATIENZA

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“PARA QUE A NIVEL GLOBAL CONSIGAMOS UN DESARROLLO SOSTENIBLE, LOS PAÍSES RICOS TENDRÁN QUE CAMBIAR LAS PAUTAS DEL CONSUMO ENERGÉTICO”

A la organización no gubernamental Energía sin Fronteras le preocupa que haya 2.000 millones de personas, un tercio de la población mundial carezca de energía comercial, mientras que el mundo que la disfruta la derroche y no se ponga coto a su contaminación. El alto consumo de energía es sinónimo de riqueza mientras su carencia lo es de pobreza. Reducir esta diferencia, que esta sea asequible para facilitar un desarrollo sostenible es uno de sus objetivos. Para ello buscan las soluciones más apropiadas basadas fundamentalmente en el uso de las energías renovables, el respeto a las costumbres y tradiciones locales y la sostenibilidad mediante proyectos que se-an asimilables y en los cuales participen los colectivos locales. Desde hace un año, José María Arraiza, es Secretario General de Energías sin Fronteras. Doctor ingeniero del ICAI, ha desarrollado su vida profesional en Unión Fenosa, primero en áreas técnicas, luego en económicas, para pasar al mundo de la regulación y a la relación con las empresas energéticas. A los 65 años decidió dedicarse a las personas que no se benefician de las posibilidades que ofrece la energía.


¿Cómo surgió Energía sin Fronteras?

A un grupo de edad madura nos entró la preocupación de qué podíamos hacer para dedicar nuestro tiempo al trabajo solidario, al desarrollo, y fundamentalmente a trabajar en conceptos relacionados con la pobreza y también en temas medioambientales. Este grupo de profesionales provenía principalmente del sector de la energía. Comentando esto con la que era entonces la directora general de la Energía, Carmen Becerril, a ella se le ocurrió formar una ONG y le puso el nombre de Energía Sin Fronteras para intentar hacer llegar energía eléctrica a todos aquellos que no disponen de ella, que son nada menos que 2.000 millones de personas en el mundo. Este es uno de los grandes problema que tiene planteado nuestra aldea global, así que nos pusimos a la obra. Nosotros como personas que hemos estado en el mundo de la energía sabemos que ésta ha sido fundamental para el desarrollo de nuestra sociedad, y que todos aquellos pueblos o zonas que no tienen acceso a las formas modernas de la energía tienen imposibilitado salir de los estados de pobreza. Además utilizan biomasa y leña en condiciones muy precarias, con mucho trabajo, de forma muy contaminante y que producen muchas enfermedades, así que consideramos que era una noble tarea.

¿Cuándo ha comenzado su funcionamiento?

Hace tres años creamos un grupo promotor, vimos las vías jurídicas y después de muchas reflexiones decidimos hacer una fundación con un patronato, lo que nos permitía invitar a formar parte del mismo a las empresas energéticas españolas. En estos momentos son unas 18, y nos posibilitaba tanto captar fondos como utilizar la plataforma logística de estas empresas, ya que muchas de ellas están muy extendidas por diversos países, fundamentalmente por Sudamérica. Luego vino la labor de captar voluntariado. Ahora ya en tenemos 200, de los cuales en España están en activos unos 60, y en Latinoamérica unos 30, repartidos en Guatemala, Panamá y Nicaragua.

¿Qué proyectos han puesto en marcha y dónde los han llevado a cabo?

El primero fue en la selva amazónica de Perú, y ahora estamos trabajando en la India, Camboya, Guinea, México, Perú. Creo que son unos 10 países. Nuestra idea es dar un servicio básico o esencial a aquellos que carecen de él. Nosotros trabajamos allí donde no llegan las redes eléctricas, aunque a veces nos hemos dado cuenta de que existe otra prioridad que es la del suministro de agua potable, así que también la hemos incorporado a los proyectos que tenemos en las zonas indígenas.

¿Con qué dificultades se encuentran para llevar electricidad a estas zonas?

Para nosotros tan importante es la reflexión como la actuación, y nos preguntamos por qué esta gente no tiene energía. El que haya 2.000 millones de personas que no tengan energía en una sociedad opulenta, que sabe, que conoce que la energía es un elemento clave para la transformación es un escándalo. Seguimos sin dar respuesta a cuáles son las causas que impiden que la gente pueda tener acceso. En los países desarrollados pensamos que la energía es un derecho de las personas, y que no se puede negar a nadie. Es caro llegar a un núcleo aislado que está en medio de La Mancha, pero nadie se cuestiona si es así o no, porque todos tienen derecho a que la red eléctrica se extienda. En el Tercer Mundo este derecho no existe. En Nicaragua, la mitad de la población no tiene redes eléctricas. Nosotros estamos llevando fuentes de energías renovables, fotovoltaica, eólica, pequeñas centrales minihidraúlicas, todas muy caras. La gente pobre no puede pagar estas instalaciones.

“A ESPAÑA SE LA PUEDE CATALOGAR DE INEFICIENTE EN CUANTO A QUE HA POTENCIADO MÁS EL TRANSPORTE POR CARRETERA Y HA ABANDONADO EL FERROCARRIL. PERO EN CUANTO A LAS REDES DE TRANSPORTE Y DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA YO CREO QUE ES UN CASO MODELO EN EL MUNDO, PORQUE ESTÁN MUY BIEN GESTIONADAS”

Buscan un equilibrio sostenible y un nivel eficiente de la energía. ¿Las energías renovables son sus mejores aliadas o habría que extender las redes eléctricas en los países que no las tienen?

Todo es difícil. Falta reflexionar sobre este tema. Si miras el plan directriz de la cooperación española no aparece la energía como un elemento esencial que canalice fondos; sí aparece en cambio el agua, la salud y la educación. La energía tiene un grado mayor de sofisticación. Pero en último término, para tener agua potable, salud, educación hacen falta de recursos energéticos. A la pregunta concreta que me hace, no es obvio lo que es mejor, hay que estudiar las situaciones. Actualmente, la forma de obtener energía mediante renovables es una alternativa a la extensión de las redes, pero también tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por eso nosotros también estudiamos lo medios de distribución basados en el uso de energía renovables. Una de las grandes ventajas que tienen las sociedades desarrolladas es el poder recurrir al uso de los combustibles fósiles, pero ¿hay derecho a prohibírselo a los que viven en los países pobres? El desarrollo español está basado en el uso de la bombona de butano y éste es un recurso fósil importante todavía para cocinar y calentarnos. Por ello, nuestra posición no puede ser radical, hay que buscar soluciones pragmáticas sin excluir ningún medio de producción.

¿En los países del Tercer Mundo hay derroche energético o su falta no da para utilizar este término?

El término derroche energético es muy apropiado para el Primer Mundo. Estos países tendrían energía, se resolverían sus necesidades básicas con el 3% o el 5% de lo que se consume en los países desarrollados donde se derrocha a mansalva. Para que a nivel global consigamos un desarrollo sostenible, los países desarrollados tendrán que cambiar las pautas de consumo, y evidentemente Energías Sin Fronteras se alinea con la necesidad de propiciar el ahorro y la eficiencia energética allá donde hay grandes cantidades de energía por ahorrar. Por ello todas las iniciativas existentes para propiciar el ahorro y la eficiencia de la energía nos son muy gratas. Los recursos no son infinitos.

¿Cuáles serían estas grandes pautas que podrían conseguir una mayor eficiencia en el consumo de energía?

Es un tema muy complejo. Hay una cosa evidente: hay que mandar señales claras para ser conscientes de los grandes costes que la energía produce, que no todos son obvios. Los consumidores no los pagamos todos, como es el caso de los costes medioambientales. También que el mercado funcione correctamente enviando información al consumidor, para que al menos los coches que se producen lo paguen de alguna manera. Pero esto no basta, hay que ir más allá. El caso español es paradigmático: tiene una gran dependencia del exterior y un gran impacto medioambiental. Hay que enviar señales que hagan que consumamos menos energía, empezando por el uso de electrodomésticos muy eficientes, pero sobre todo cambiando la educación. Hay una educación que se ha perdido, nosotros estuvimos educados en un uso eficiente. Frases como «niño cierra la puerta o apaga la luz cuando salgas del cuarto» se han perdido. Nosotros vamos a establecer un premio para que en las escuelas se hable de cómo usar la energía, que ésta sea un tema presente en la educación.

Los distintos sectores energéticos también podrían ayudar a divulgar la eficiencia y el ahorro.

Evidentemente, Iberdrola vende literalmente y como publicidad energía verde. Unión Fenosa, el uso y ahorro de la energía. Las empresas eligen estas pautas porque son inteligentes. Al ser empresas de servicios públicos deben mirar al futuro y no sólo buscar una rentabilidad inmediata. Tienen que estar en la sociedad actual, y si estas grandes empresas no son sensibles a los problemas se quedarán fuera. Ambos eslóganes son una necesidad y saben que no pueden quedarse al margen del mundo que ellos atienden.

¿Quién más tiene que hacer esfuerzos para sensibilizar al consumidor en cuanto al uso eficiente de la energía?

Yo creo que los gobiernos y la Comunidad Europea son sensibles, pero no se solucionará nada si la sociedad no se sensibiliza. Si no son los propios consumidores los que cambian las pautas de consumo.

Pero es de suponer que no sólo los particulares son derrochadores. También lo son las grandes empresas.

Sin duda. Las iniciativas se están poniendo en marcha a toda velocidad. Esta vez parece que viene el lobo. Parece que esta vez el cambio climático viene más deprisa de lo esperado. Pero, ¿quién pone el cascabel al gato? ¿Quién para el derroche si seguimos fomentando la compra de coches?

De los agentes que gestionan y trabajan dentro del campo de la energía, ¿a quién se puede catalogar de más o menos eficiente?

Yo he trabajado 40 años dentro de este campo ,y si digo que somos todos eficientes no me va a creer. Yo diría que todos son eficientes dentro de sus tecnologías; lo que es cierto es que algunas de estas tecnologías son más eficientes que otras. Nosotros aparecemos siempre como un país que seguimos contaminando más que lo que el protocolo de Kioto pide, pero en cuestión de eficiencia gestionamos muy bien los recursos de los que disponemos. A España se la puede catalogar de ineficiente en cuanto a que ha potenciado más el transporte por carretera y ha abandonado el ferrocarril. Pero en cuanto a las redes de transporte y distribución de energía eléctrica yo creo que es un caso modelo en el mundo, porque están muy bien gestionadas. Sigo pensando, aunque tal vez no sea objetivo, por pertenecer a este sector, que es en el consumo donde hay que hacer hincapié. Hay que cambiar las pautas de comportamiento de la sociedad.

Si existen pros y contras en la utilización de la energía, ¿cómo se podría corregir ciertos errores en el Tercer Mundo para que la situación global no empeore?

Así como en los países desarrollados tenemos todos los pros y tenemos que centrarnos en los contras, en los países en desarrollo hay que fijarse en los contras para reducirlos. El problema de la pobreza es grande e insoportable. Convivir con las sociedades opulentas es insoportable. La pobreza tiene una influencia geopolítica esencial y la situación actual con sus desigualdades es insostenible desde el punto de vista geopolítico. Pero hagamos lo que hagamos, opinemos lo que opinemos, los países en desarrollo van a incrementar notablemente el consumo de energía. No tendría sentido paralizar este consumo. Lo que hay que pensar es como reducir las emisiones pesadas y qué fuentes de energía vamos a utilizar y fomentar desde el punto de vista medioambiental.

“OPINEMOS LO QUE OPINEMOS, LOS PAÍSES EN DESARROLLO VAN A ELEVAR MUCHO EL CONSUMO DE ENERGÍA”
“SI LOS PAÍSES RICOS CONSUMIMOS EL 90% DE LA ENERGÍA Y LOS POBRES EL 10%, YA SABEMOS QUIEN TIENE QUE TOMAR MEDIDAS”
“EN ESPAÑA, CON EL AUMENTO DEL USO DE LA REFRIGERACIÓN, NOS ESTAMOS PASANDO DE ROSCA”

¿Con qué fuentes de energía trabaja principalmente Energía Sin Fronteras?

Como otras ONGs, estamos desarrollando proyectos con energía solar, eólica. Pero los países en desarrollo disponen de gas, carbón y la energía nuclear para satisfacer su demanda. Si los ricos consumimos el 90 % de la energía y los pobres el 10%, ya sabemos quien tiene que tomar medidas. España aumentó su demanda el año pasado en un 5%. Y este crecimiento no fue para cubrir las necesidades básicas, sino para aumentar la calidad de vida. En el aumento del uso de la refrigeración, nos estamos pasando de rosca.

¿Tienen conflictos con los gobiernos de los países en los que trabajan?

No. Nos adoran. Vamos a ayudar.

¿Que criticaría en cuanto al tema que nos ocupa, el de la eficiencia energética? ¿En qué fallamos?

Yo tengo que criticar la pasividad ante la pobreza. Si esto no nos conmueve, nada cambiará.

Pero en relación con la eficiencia…

Pues a nosotros mismos como consumidores. ¿Cómo podemos derrochar con tanta facilidad, lo que para otros, por su carencia, es fuente de sufrimiento. Pero me pregunta otra cosa. En el tema de la eficicienia energética yo no puedo ser critico con el Gobierno. La preocupación es evidente, pero no son capaces de dar con la solución, y ésta pasa por cambiar los hábitos.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Además de establecer los diálogos oportunos para seguir debatiendo esta problemática, tenemos uno concreto que es la electrificación de unos poblados del Alto de la Paz en Guatemala, donde vamos a electrificar los elementos de uso común, tanto domésticos como pequeñas aplicaciones industriales, para generar economía.

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