Forges

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Es, probablemente, el humorista gráfico español más popular desde hace años. Es también, probablemente, el más rompedor e innovador, pues introdujo el texto en los dibujos de las viñetas. Es, igualmente, creador de una obra fecunda, chispeante, sutilmente irónica y tierna a un tiempo. Hombre culto, gran conversador y siempre comprometido socialmente en sus chistes, Forges (Madrid, 1942) ha tocado todos los palos del humor gráfico en relación al momento histórico. Con él hemos conocido Los forrenta años (en fascículos) de la etapa franquista y las Historias de Aquí (colección en varios tomos) de la transición democrática e incluso hemos podido aprender Internet para torpes. Sus chistes en la prensa son una referencia insoslayable para adentrarnos desde la magia de su humor en el universo vital de las últimas décadas.

«ME RÍO DE CASI TODO, EXCEPTO DEL DOLOR AJENO»

Publicó su primer dibujo en el diario Pueblo en 1964. Luego sus populares forgendros de Informaciones le condujeron a Diario 16 y desde aquí pasó a El Mundo. En 1995 le ficha El País. Usted firma sus trabajos con el pseudónimo de Forges, que es su apellido (Fraguas) en catalán y se lo sugirió su amigo Chumy Chúmez. ¿Cómo surgió aquello?

Recuerdo que Chumy me dijo que, como yo era funcionario, ya que trabajaba en Televisión Española, donde le conocí, no debería firmar con mi apellido, porque en aquellos tiempos también había represalias. (¡Ojo!, he dicho también). Total, que en casa, con mis padres y ocho hermanos opinando, debatíamos si el pseudónimo debería ser Saavedra, un apellido muy cervantino y que también es el segundo de mi padre, o Forges, traducción al catalán materno de mi primer apellido. Total; moneda al aire… y Antonio Fraguas se convirtió en Forges.

¿Cómo trabajaba en la España de los años sesenta, en plena dictadura franquista, un humorista como usted? Tuvo que sufrir, como muchos otros compañeros, los rigores de la censura. ¿Qué trataba de ocultar esa censura?

En una dictadura la censura la ejerce el Estado. Nosotros intentábamos por entonces, a base de horas y horas de cuidada selección de eufemismos, poner en evidencia lo estúpido de aquella estúpida situación. Ahora en una democracia la censura está en gran medida en manos de la publicidad y la efectúan los anunciantes… ¿Se imagina alguien a un periódico, una radio, una televisión o cualquier otro medio de comunicación social informando de un conflicto laboral en, por ejemplo, El Corte Irlandés…? Pues eso.

A pesar de que la crítica, en sus diferentes manifestaciones, era visible en los últimos años del franquismo, ¿fue en la transición en donde, particularmente la crítica humorística, pudo explayarse a gusto?

No soy un experto en los mass-media o medios de comunicación social. Apenas soy un simple lector/espectador pelín avisado. Lo siento, pero no puedo responder saztamente. ¿Cuáles son sus musas inspiradoras? La actualidad, la observación, todo lo que me rodea. Además tengo mucho entusiasmo por mi trabajo y me resulta gratificante y divertido hacerlo. A menudo, cuando veo chistes míos publicados, soy capaz de reírme y verlos con la misma perspectiva que si no los hubiera hecho yo. Platón decía que los estúpidos son los únicos que se ríen de lo propio, de modo que si este gran filósofo tenía razón… ¿Es fácil hacer un chiste? Hombre, yo me meto ahora con Aznar, antes con González o con el presidente de turno. Me meto con otros personajes de la vida pública y de la actividad ciudadana, pero siempre intento no herir ni hacer daño. Pretendo conseguir que el humor y la ternura vayan de la mano. Y en este sentido, sí; es muy difícil hacer un chiste que diga algo sin molestar a nadie

¿El humor puede tener una función social? ¿Puede incluso ser un arma, pacífica, mucho más potente que los tanques?

El humor es todo lo contrario a un arma; por eso es invencible.

Su trabajo no sólo se conoce en la prensa escrita. En plena transición salió en Televisión Española la campaña Historias de Aquí, con la que se hizo aún más popular de lo que ya era.

Era publicidad de una Historia de España en cómic que hice para vengarme de lo mal que nos habían enseñado esa historia a los de mi generación. Me conforta que muchos españoles hayan aprendido a querer a nuestros ancestros con mi Historia… de por medio. Lo más seguro es que hoy, y pondría el hoy con mayúsculas, no se podría publicar. No sé si queda clara la indirecta… Vivimos una época en la que no se aman las humanidades y la tecnología nos tiraniza.

Sus viñetas se publicaban entonces también en fascículos, libros… ¿Cómo surgen los personajes de la transición de Forges?

Como la Libertad, día a día. Y también con anestesia epidural, pero esto ultimo sólo por ETA.

¿Qué diferencias sustanciales mantienen aquellos personajes con los de ahora?

Son más calvos, más piños-out, es decir, más desdentados, pero también más aprendidos.

¿Le ha sucedido alguna vez, como a Miguel de Unamuno en su novela Niebla, que los personajes cobran vida propia y escapan a los designios del autor?

Unamuno, como su propio nombre indica, era único y, por supuesto, no me voy a comparar con él. Pero lo cierto es que a mis personajes, mis creaturas, que son como hijos en cierta medida, digamos que les tengo muy bien educados y procuro que no comentan actos estridentes.

Usted fue un rompedor, un innovador, al introducir el chiste, el texto, en los dibujos. ¿Cuánto aportan uno y otros para conseguir el objetivo de causar la risa, hacer gracia, hacer despertar el sentido del humor…?

Una imagen vale por mil palabras…. y una palabra vale por dos mil imágenes. De modo que la cosa es sencilla, por lo tanto los humoristas gráficos lo tenemos fácil.

¿Cree que si existiera más sentido del humor en el mundo habría menos guerras?

Claro; no se puede ser violento y sonreír.

¿Por qué se dice que el humor es una cosa muy seria?

Porque es una frase graciosa o porque hay que rellenar una entrevista o las dos cosas.

¿Hay que empezar por reírse de uno mismo? ¿Qué aprendizaje se requiere?

Claro que hay que saber reírse de uno mismo. Y para aprender sugiero un ejemplo: afeitarse por las mañanas frente al espejo del baño, con los ojos bizcos. Vosotras, también, naturalmente. Creo que uno de los defectos de la humanidad es que, colectivamente, se toma demasiado en serio la vida. Nos pensamos que ahora vivimos un momento histórico especialmente agitado. El atentado de las Torres Gemelas conmocionó al mundo. Pero pienso que, sin restarle la importancia que tiene, en la historia siempre ha habido etapas apasionantes. Tal vez dentro de diez años el atentado del 11 de septiembre sea una anécdota, pero nunca ocurriría esto, por ejemplo, con el descubrimiento de América.

Dicen que la risa favorece la aparición de arrugas faciales, pero ¿no puede actuar como un lifting para el corazón y el cerebro?

Seguro que para el espíritu, sí.

¿Cree en la risoterapia: en ese efecto terapéutico que se atribuye a la risa, por el que se produce una liberación de endorfinas, hormonas que tienen acción analgésica y balsámica y producen sensación de bienestar?

Claro que creo en la risoterapia. ¿Cómo, si no, podría cobrar 600.000 euros (risas) por cada conferencia que doy sobre ella?

Le llaman a menudo para dar charlas, intervenir en actos públicos de cultura, de ciencia, de medicina… Y generalmente su respuesta es de disponibilidad y de total generosidad.

Bueno, me gusta participar en ciertos foros en los que yo pueda aportar algo gracioso, ocurrente. Nunca llevo escrito lo que voy a decir, aunque sí preparado mentalmente. Hombre, ya tengo bastantes tablas y también ciertos recursos para intentar hacer reír. Algo que con frecuencia digo, y que suele caer bastante bien, es la definición de los italianos como «españoles con marketing».

¿Hay algún colectivo profesional que se presente con cierta facilidad para ser sujeto de sus chistes?

Tendemos a ser gremialistas y a considerar que lo que hacemos nosotros es muy importante. Por ejemplo, si yo dibujo a unos cuantos cirujanos operando, no hay duda de lo que son. Pero si a esos mismos personajes les quito las batas y donde estaba la camilla pongo un tablero, podrían ser ingenieros. Pienso que esencialmente hay dos mundos: el masculino y el femenino y aquí las cosas se complican. Porque si dibujo una mujer ingeniero, tal vez se la vea más como a una maciza que por la importancia de su trabajo.

MUY PERSONAL

¿De qué se ríe usted?

Pues de casi todo; excepto del dolor ajeno.

¿Qué es la risa, además de algo que nos distingue del resto de las especies del reino animal?

Expresado de una forma breve, es la fórmula que tenemos los humoristas de sacar pasta para pagar las facturas del tinte.

Desde su punto de vista, distinga la risa de la sonrisa. ¿Existe algo más universal que ambas actitudes?

Yo diría que la sonrisa es la risa del espíritu y que la risa es la sonrisa del cuerpo.

¿Qué es más fácil: hacer reír o hacer llorar?

Hombre, depende de la factura. Si en un determinado momento se cotiza más hacer reír, lo haremos. Si en otro momento se paga un precio más alto por hacer llorar, pues lo intentamos.

Además de en el humor, ¿en qué cree usted?

En todo. Soy humorista.

¿El humor nace con el hombre o es éste quien crea o inventa el humor?

Nace, desde luego. El humor nace con el hombre; estoy seguro.

¿Tener sentido del humor es un signo de buena salud mental?

Es el síntoma más determinante.

Elija un país, un pueblo, que se distinga por su sentido del humor

Nosotros, los humanos.

En su trabajo, ¿frente a qué actitudes es menos tolerante y más indulgente?

Los humoristas deberíamos indultar casi todo; para condenar casi todo ya están los tertulianos.

Cite algunos de sus sueños aún no realizados.

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