Fallecimiento del decano honorífico del colegio Ramón Orbaiceta Santamaría
El pasado día 10 de enero del presente año, se comunicó al Consejo General y a los diferentes colegios la triste noticia del fallecimiento del compañero Ramón Orbaiceta Santamaría. Desde aquí, queremos dejar manifiesto nuestro profundo pesar y unirnos en este momento de dolor a los sentimientos de su viuda, Juana, de su familia, del decano del Colegio de Alicante, Vicente Martínez García, y de su Junta de Gobierno, por la triste pérdida de quien fuera decano durante tantos años de ese colegio, y que en la actualidad ostentaba el nombramiento de decano honorífico del Coiti de Alicante por su desvelo en la profesión durante sus años al frente de esa corporación.
Quienes tuvimos la suerte de conocer al entrañable Ramón en su época de consejero del Consejo General, en calidad de decano del Coiti de Alicante, tenemos el grato recuerdo de su buena expresión oral en el planteamiento de los temas profesionales, argumentándolos con un profundo conocimiento de la materia y documentación sobre los antecedentes, las normas y demás legislación aplicada a cada caso. Pero por encima de todo, estaban sus formas, su simpatía y su cordialidad, que contagiaba a los que le rodeaban; en definitiva, le desbordaba su gran calidad humana, un valor que, sin lugar a dudas, dejaba huella en cuantos le conocieron y en las instituciones que representaba.
A modo de resumen de su amplio perfil académico y profesional, cabe recordar que estudió la carrera de perito industrial con las especialidades de Mecánica y Electricidad, siendo el número uno en cada una de estas especialidades. En su quehacer académico, obtuvo diversos premios, destacando entre ellos el Premio Extraordinario de Dibujo por la Escuela de Arte de San Carlos de Valencia.
En una de las etapas de su vida profesional, se dedica a la actividad docente como profesor de Mecánica Aplicada y Electrotecnia, en las escuelas profesionales de San José de los jesuitas, en Valencia. También ejerció su magnífico magisterio como profesor de Resistencia de Materiales de Maquinistas Navales.
Su afición literaria le llevó a colaborar en distintas revistas profesionales de carácter local y nacional. Escribió innumerables artículos de opinión que fueron publicados en diferentes medios de comunicación en su demarcación territorial.
Otra de las tareas a las que se dedicó largo tiempo fue al ejercicio libre de la profesión. Fue jefe de reparación y mantenimiento de buques en Unión Naval Levante, en Valencia, así como técnico de Patentes y Marcas, y asesor del consejo de administración de diferentes empresas.
Ingresó en 1961 en el Cuerpo de Ayudantes Industriales del Ministerio de Industria, donde permaneció hasta las transferencias a la Comunidad Autónoma de Valencia, para continuar como funcionario en calidad de ingeniero técnico al servicio de la Consejería de Industria y Energía de dicha comunidad autónoma.
Fue vocal de Industria de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Alicante; vicepresidente segundo del Museo del Calzado de Alicante. Asimismo, estuvo vinculado a Aenor-Comisión de Análisis del Ciclo de Vida.
En su dedicación a la Ingeniería Técnica Industrial como presidente-decano del Coiti de Alicante durante muchos años, llevó a cabo innumerables tareas haciendo de esa corporación una institución al servicio de los colegiados y en total consonancia con la sociedad. En esa época impulsó la Unión Profesional de Alicante, formando parte de su junta en la condición de secretario. Ostentó el cargo de vocal, representante de la UPA en el Consejo Social y Económico del Ayuntamiento de Alicante.
Entre sus distinciones, cabe mencionar que fue socio de honor de la Asociación de Ingenieros Técnicos Industriales de Alicante (AITIA), por los méritos contraídos con la profesión en la defensa de las atribuciones profesionales, en fecha de marzo de 1984. También fue reconocido como socio de mérito de la Unión de Asociaciones de Ingenieros Técnicos Industriales de España (UAITIE), distinción otorgada por su trayectoria profesional y los méritos contraídos en la labor cotidiana de defensa y apoyo de la profesión, en 1992, y recibió la insignia de plata de la UAITIE, la máxima condecoración otorgada por méritos contraídos con la profesión.
Con la seguridad de que el compañero Ramón Orbaiceta Santamaría formará parte de la galería de los notables de la Ingeniería Técnica Industrial, su persona quedará siempre en el recuerdo del colectivo al que él dedicó altruistamente tanto tiempo en la defensa de esta vieja profesión.
