EMILIO MOLINERO

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En su trabajo diario ve infinidad de edificios, oficinas, centros comerciales… A la hora de comprobar el estado de las medidas de protección contra incendios de los mismos, ¿dónde se encuentran los fallos más importantes?

En general se observa que la concienciación en cuanto a protección contra incendios se refiere ha ido creciendo a lo largo de los años. Así, en líneas generales, cuanto más moderno es un edificio más cuidadoso es el proyecto y la ejecución del mismo con las medidas contra incendios, estipuladas en la normativa. Esto se debe a que el conocimiento de los técnicos sobre la materia aumenta progresivamente y a que las soluciones técnicas ofrecidas por los fabricantes evolucionan, para dar un mejor cumplimiento a las normativas emitidas por las distintas Administraciones. Los fallos que solemos encontrar son debidos sobre todo a desconocimiento o interpretación errónea de las normativas. En este sentido, cabría decir que la normativa contra incendios no es precisamente sencilla y clara, y además varía de unas regiones del país a otras.

Cuando un inversor quiere comprar o construir un edificio, ¿qué papel juegan las medidas de protección contra incendios en su decisión?

Tienen una importancia capital, debido entre otros motivos a que constituyen uno de los puntos sobre los que las Administraciones Públicas están ejerciendo cada vez un mayor control, tanto endureciendo progresivamente las normativas, como aumentando la exigencia en su aplicación. Por esta razón las propiedades son especialmente cuidadosas a la hora de asumir la responsabilidad de la titularidad de un edificio, que puede no cumplir con todos los requisitos de protección de incendios exigibles o necesarios en su caso. Como consecuencia de lo anterior, puede ser preciso llevar a cabo medidas correctoras encaminadas a la subsanación de deficiencias para cumplir con las disposiciones de protección de incendios aplicables. El coste de estas medidas no es desdeñable, especialmente cuando se trata de obras que implican alteraciones arquitectónicas. La adquisición de un edificio se hace teniendo en cuenta el impacto de estas medidas correctoras en el flujo de caja previsto en la operación. Otro aspecto por el que las medidas de protección contra incendios en un edificio son de gran importancia para la Propiedad del mismo es que constituyen el único medio para garantizar la protección del activo en caso de incendio, o al menos para minimizar los daños en el caso de que esto ocurra. Recurrir a una empresa aseguradora es una opción aconsejable pero, como es lógico, las empresas aseguradoras aplican diferentes primas a los edificios dependiendo de su grado de protección contra incendios.

Por último, pero no menos importante, la protección de las vidas humanas y de la responsabilidad civil en caso de siniestro es otra de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de valorar las medidas de protección contra incendios en un edificio.

“MUCHOS FALLOS SE DEBEN SOBRE TODO A DESCONOCIMIENTO O INTERPRETACIÓN ERRÓNEA DE LAS NORMATIVAS, PORQUÉ LA NORMATIVA CONTRA INCENDIOS NO ES PRECISAMENTE SENCILLA Y CLARA, Y VARÍA DE UNAS REGIONES A OTRAS”

¿Qué factor es más importante en la protección contra incendios, los medios pasivos como una correcta sectorización…. o la protección activa?

En mi opinión todas las medidas tienen gran importancia porque de ellas dependen las vidas y los bienes protegidos. Sin embargo, es lógico que se deba prestar especial atención a las medidas que permiten proteger las vidas de los ocupantes del edificio. Desde este punto de vista, las medidas de protección encaminadas a evitar el avance del fuego y especialmente del humo (compartimentación, ventilación natural o forzada), las previstas para permitir la evacuación del edificio y el trabajo del servicio de bomberos (estabilidad estructural) y las destinadas a permitir una rápida detección del incendio tienen, si cabe, un mayor grado de importancia.

¿Encuentra dificultades a la hora de interpretar y aplicar la normativa y legislación vigentes?

En mi opinión todos los técnicos que de una u otra forma tenemos relación con cualquier normativa nos hemos encontrado alguna vez con el problema de interpretarla. Este problema viene dado por la dificultad de tratar de condensar en un número de reglamentos toda la casuística que tiene lugar en la realidad. Siempre se podrá encontrar un caso real que no se ha tenido totalmente en cuenta a la hora de redactar el reglamento correspondiente. No obstante, mi visión sobre este aspecto es optimista, ya que entiendo que estas indefiniciones de la normativa identificadas por técnicos y fabricantes sirven para que las administraciones actualicen y mejoren las normativas existentes en cada momento.

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