ANTONI BASOLAS

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En España, el mercado y la industria gasista aún no han alcanzado la madurez. Su crecimiento viene impulsado por un espectacular aumento en el consumo de esta energía fósil que permite hacer frente a los retos del desarrollo económico y ajustarse a los compromisos medioambientales acordados en Kioto. Del buen momento por el que pasa el sector nos habla Antoni Basolas, director de Estrategia y Desarrollo del Grupo Gas Natural, una compañía pionera en nuestro país en la introducción de la tecnología de producción eléctrica con ciclos combinados de gas. La visión de futuro marca la actividad de este grupo que ha sabido diversificar su producción energética y hoy cuenta en su cartera de negocios con esta explosiva combinación de gas y electricidad, junto con la generación eólica y la solar térmica. Renovables e hidrógeno son, a su juicio, las energías del mañana.

La reducción del impacto ambiental que comporta el consumo de gas natural respecto a otros combustibles fósiles hace pensar que esta fuente de energía ocupará un lugar relevante en los próximos años. Como directivo de una de las empresas más fuertes del sector en nuestro país ¿qué luces y sombras ve ante un futuro tan prometedor?

El gas natural es, sin duda, la energía mejor posicionada para hacer frente con éxito a los retos de desarrollo económico y las exigencias medioambientales de nuestra sociedad. Es el combustible fósil más respetuoso con el medio ambiente, por la reducción de emisiones contaminantes que representa su uso. Además, es muy versátil, ya que se puede emplear en el hogar, en el comercio y también en la industria. Las nuevas aplicaciones de esta energía, como la cogeneración, la generación eléctrica con ciclos combinados y su uso como combustible para vehículos, están impulsando el consumo del gas natural, que está llamada a ser, sin duda, una de las energías a tener en cuenta en el siglo XXI por su papel de transición a la energía del hidrógeno. Todas estas ventajas hacen de esta energía una de las principales bazas para mantener nuestro desarrollo económico, respetando las exigencias del Protocolo de Kioto.

España importa una gran parte del gas que consume y, por tanto, se ve muy afectada por los problemas de suministro. El acuerdo firmado entre el Grupo Gas Natural y Repsol YPF, ¿ha reportado avances en este terreno?

Para Gas Natural, este importante acuerdo representa la posibilidad de acceder a reservas de gas. Actualmente, estamos desarrollando con Repsol YPF un proyecto integrado de gas en Gassi Touil, un proyecto de exploración en Gassi Chergui, ambos en Argelia, y también contamos con un proyecto en estudio en Nigeria. Adicionalmente, la sociedad conjunta entre Gas Natural y Repsol YPF, Stream, es la primera operadora de GNL en la Cuenca Atlántica y gestiona una flota de 11 metaneros, que se ampliará con nuevos barcos en los próximos años. El año pasado, la utilización global de la flota fue de más del 96% de su capacidad de transporte, que actualmente es de 1,1 millones de metros cúbicos.

“LA INTEGRACIÓN DEL GAS Y LA ELECTRICIDAD VA A SER MUY IMPORTANTE PARA REFORZAR LOS NIVELES DE CALIDAD DE SERVICIO Y SEGURIDAD DE SUMINISTRO DE TODOS LOS CONSUMIDORES”

Hay quien afirma que la Unión Europea debe caminar hacia un mercado único del gas, ¿usted qué opina?

Es evidente que, de momento, no existe un mercado común energético europeo, ni físico, ni regulatorio, ni una política energética europea común. Las asimetrías entre Estados en términos de regulación, barreras de entrada y participación estatal son, de momento, muy grandes. Pese a todo, el mercado español, especialmente en gas, es uno de los más competitivos y abiertos, de acuerdo con el reciente informe de la Comisión Europea sobre situación de los mercados energéticos. La voluntad de nuestra compañía es for-mar parte de un mercado cuanto más amplio mejor pero, eso sí, con las mismas reglas para todos, y esta situación ideal no la tenemos todavía.

El consumo sitúa a España en sexta posición en la UE, ¿qué factores determinan que ocupemos este lugar?

Sin duda influye decisivamente el grado de maduración del mercado y los aspectos climatológicos. En España, la llegada del gas natural es muy reciente, ya que se produjo en 1969, y el desarrollo de las infraestructuras gasistas no se llevó a cabo hasta mediados de los años 90, como consecuencia de la vertebración del sector gasista nacional, tras la fusión de Catalana de Gas y Gas Madrid, que dio origen al Grupo Gas Natural, y la construcción del gasoducto Magreb-Europa. Aun así, el consumo de gas en España está realizando en los últimos años una progresión espectacular y está cada vez más cerca de la media de los países de la Unión Europea.

El objetivo fijado por la UE de cubrir el 12% de todas nuestras necesidades energéticas a través de fuentes renovables en 2010, ¿es factible? ¿en qué medida les afecta?

Si por un lado estamos convencidos de que el gas natural es la energía del siglo XXI, no es menos cierto que las energías renovables tendrán también un gran protagonismo durante los próximos años. En nuestro grupo somos plenamente conscientes de ello, y por eso hace ya tres años entramos en el negocio de generación eólica, y actualmente somos uno de los principales operadores de España. Tenemos participación en parques que suman una potencia total instalada de más de 700 MW y contamos con más de 900 MW en desarrollo. Actualmente, estamos estudiando otras acciones en este sector.

También han apostado por el binomio solar-gas…

En efecto, la energía solar térmica es una de las apuestas más recientes de Gas Natural. Acabamos de lanzar una nueva línea de negocio para promover la energía solar térmica, en combinación con el gas natural, en los edificios residenciales y del sector terciario, ya que creemos firmemente que el binomio solar-gas, además de ser más ventajoso económicamente para el consumidor, es el más eficiente y respetuoso con el medio ambiente para cubrir estas necesidades energéticas. Esta combinación de energías permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejora la diversificación de las fuentes de energía. La radiación solar es una fuente de energía que depende de la estacionalidad y, por ello, necesita un sistema complementario que cumpla los criterios de sostenibilidad. El gas natural cumple muy bien con este papel de apoyo.

La liberalización del sector energético español les ha permitido entrar en el negocio eléctrico. ¿En qué pilares se basa la estrategia de Gas Natural para consolidarse como uno de los principales operadores del sector eléctrico español?

Actualmente, nuestra presencia en el sector eléctrico forma parte de la cadena de valor del gas natural. Por ello está basada en procesos de generación con ciclos combinados, y complementada con energía eólica. Esta estrategia permite cubrir las necesidades energéticas actuales reduciendo considerablemente las emisiones a la atmósfera. Esta decisión creemos que se adapta perfectamente a los objetivos incluidos en el Protocolo de Kioto. Fruto de esta estrategia, Gas Natural cuenta actualmente con 2.800 MW en ciclos combinados en operación, 800 MW en pruebas y 400 MW en construcción, además de 1.600 MW en fase de tramitación. Y a todo ello hay que sumar la potencia eólica instalada y en desarrollo que he comentado antes.

“LA VOLUNTAD DE GAS NATURAL ES FORMAR PARTE DE UN MERCADO LO MÁS AMPLIO POSIBLE Y CON LAS MISMAS REGLAS PARA TODOS. PERO ESTA SITUACIÓN IDEAL NO LA HEMOS ALCANZADO TODAVÍA”

¿El futuro de Gas Natural pasa por la integración de ambos negocios?

Ya hace años que apostamos por lo que creemos que es el futuro de nuestro sector, la integración de la gestión de gas y electricidad. De hecho, muchas empresas en todo el mundo están tendiendo hacia este modelo. En España, fuimos pioneros en la introducción de la tecnología de producción eléctrica con ciclos combinados de gas. Estamos convencidos de que la integración del gas y la electricidad va a ser muy importante para reforzar los niveles de calidad de servicio y seguridad de suministro para todos los consumidores, y va a ser también fundamental para ser competitivos en los mercados internacionales, que están cada vez más liberalizados.

Las reservas conocidas y comercialmente explotables del planeta permitirán hacer frente a la demanda de gas natural durante más de 64 años. Y después ¿qué?

Esta previsión tiene en cuenta las reservas probadas hasta este momento, pero hay que tener en cuenta que los avances tecnológicos permiten cada año descubrir y acceder a nuevas reservas antes no económicas, con lo cual la capacidad del gas natural de mantenerse como energía de referencia también aumenta. En estos momentos en que el gas natural aún se encuentra recogiendo el testigo de otras energías es, seguramente, demasiado pronto para predecir qué ocurrirá en un futuro, en el que, eso está claro, las energías renovables y el hidrógeno jugarán un papel destacado.

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