Al hilo de la actualidad

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Ciencia y sociedad. El catedrático de Historia de la Ciencia José Manuel Sánchez Ron, con motivo de su discurso de ingreso en la Real Academia Española, el 19 de octubre de 2003, abogó en una entrevista de Rosa Mora publicada en El País por introducir la ciencia en la sociedad ya que "ayuda a razonar y la razón contribuye a la libertad". También defendía el “mestizaje científico”, del que decía: "La interrelación entre las disciplinas científicas es el estadio previo para los grandes avances científicos. La cada vez más progresiva reunión de disciplinas será una de las características del siglo XXI. Existe una tendencia a reconstruir el pasado a partir de disciplinas científicas separadas, la física, la química, la biología…, pero según avanzo en mi formación como historiador de la ciencia más encuentro una cultura científica mestiza. Ningún gran paso delante de cualquiera de las disciplinas científicas se hubiera producido sin un profundo conocimiento de las demás.”

La importancia de la comunicación. En la actualidad se impone tanto en el sector industrial como en las empresas en general el valor de la comunicación, puesto que los diferentes colectivos que conforman estas empresas tienen necesidad de relacionarse constantemente, teniendo en cuenta que la empresa no es un ente abstracto, aislado, sino que debe convivir con el entorno y necesariamente debe establecer un diálogo permanente con sus públicos.

La palabra no es algo que limita el hecho de comunicar. De hecho, la importancia que adquiere la comunicación reside más en los actos, dependiendo más de los hechos que de las propias palabras. Tratando de introducir el interés en todos sus públicos, para lograr que el diálogo sea permanente y sea un gran exponente de la práctica. Las empresas deben hacer compatibles sus objetivos empresariales con una responsabilidad social. En un entorno altamente competitivo, las empresas deben tener en cuenta la importancia de la comunicación, dado que comunicar es fundamentalmente informar y escuchar. Y para que se produzca ese dinamismo hay que aplicar un sencillo principio: el receptor es siempre lo más importante.

La comunicación en ningún caso se debe reducir a un único departamento, sección o estamento según sea el tipo de organización a que se refiere sino que debe estar presente en todo el entramado que constituye las empresas.

Política industrial. La política industrial no ha sido un tema preferente de los gobiernos españoles, empezando por la transición democrática. La mal llamada reconversión industrial, en la que no se sustituyeron las industrias más obsoletas por nuevas actividades, se limitó al ajuste de muchas de ellas invirtiendo gran cantidad de recursos públicos sin planes industriales alternativos.

Todo este proceso fue previo a la incorporación a la Unión Europea, y por tanto a la apertura de nuestra economía hacia nuevos mercados, que creó lo que podría llamarse durante muchos años el modelo competitivo español. La bonanza económica de los primeros años tras la integración en la Unión Europa colocó a los sectores productivos en la inercia de recomponer sus tasas de ganancia sin dedicarla en gran medida a la innovación tecnológica, y a los poderes públicos, en el abandono tal vez de sus responsabilidades sobre la orientación del desarrollo industrial del país.

Nos ha sorprendido la postura del Gobierno actual de crear el nuevo Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. En principio es posible que fuera recibida con escepticismo en determinados entornos empresariales y en los ambientes políticos. Se ha logrado demostrar en poco tiempo la inexcusable necesidad de dotarnos de una política industrial y ha diseñado sus ejes rectores atendiendo a los mayores retos que indudablemente debe afrontar nuestro país en el nuevo contexto de la ampliación de la Unión Europea y de la globalización de los mercados.

El nuevo ministerio ha presentado un conjunto de medidas encaminadas a crear en el sector empresarial el marco estable en la mundialización de sus productos, facilitando y enriqueciendo su base exportadora y diversificar las ventas al exterior. En definitiva se trata de ampliar la presencia en el mercado de las industrias, empresas y marcas españolas interrelacionando al sector privado y las políticas ministeriales. Parece que se abre una puerta para el sector industrial y por ello para todos los agentes que intervienen en la misma y en la ingeniería.

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