Adaptarse al ritmo del calentamiento global para sobrevivir

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Científicos estadounidenses han calculado la velocidad a la que las especies animales y vegetales, y sus ecosistemas tendrán que adaptarse al cambio climático durante los próximos 100 años. El estudio, que se publica ahora en Nature, demuestra que los ecosistemas tendrán que trasladarse unos 420 metros al año para adaptarse al ritmo del calentamiento global. Muchas especies animales ya están en movimiento como respuesta a los cambiantes patrones climáticos. Investigadores de la Academia de Ciencias de California (EE UU), el Instituto Carnegie de Ciencias, la Institución Central Clima, y la Universidad de California en Berkeley (EE UU) determinan la distancia media a la que los ecosistemas tendrán que trasladarse para sobrevivir al cambio climático: 420 metros

Según el estudio, los habitantes de las montañas podrán moverse más despacio, ya que un pequeño desplazamiento hacia arriba o abajo puede suponer un gran cambio de la temperatura. Sin embargo, los ecosistemas más llanos, como los pastizales inundados, los manglares y los desiertos, tendrán que moverse mucho más deprisa para permanecer en una zona cómoda. En algunos casos, supone más de un kilómetro al año.

El equipo ha calculado la velocidad del cambio climático mundial combinando datos de los patrones climáticos y térmicos actuales de todo el mundo con un enorme conjunto de previsiones de modelos climáticos para el próximo siglo. La velocidad del cambio climático se prevé que sea más lenta en los bosques de coníferas tropicales y subtropicales (80 metros al año), los bosques de coníferas templados (110 metros al año) y los pastizales y matorrales de montaña (110 metros al año). La velocidad del cambio climático se espera que sea más rápida en las zonas más llanas, incluidos los desiertos y los matorrales áridos (710 metros al año), los manglares (950 metros al año) y los pastizales inundados y las sabanas (1.260 metros al año).

Para los investigadores, las especies individuales que toleran un rango amplio de temperaturas pueden ser capaces de adaptarse a un lugar mientras el clima que las rodea cambia. Sin embargo, en el caso de las especies que sólo toleran un rango estrecho de temperaturas, tendrán que emigrar para evitar una posible extinción. «Todavía más problemático es el hecho de que los hábitats naturales se han visto enormemente fragmentados por el desarrollo humano, lo que dejará a muchas especies sin sitio adonde ir, independientemente de sus ritmos migratorios», señalan los científicos.

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