Silverio García Cores

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«España es uno de los países con más experiencia en energías renovables»

Silverio García Cores ha sido el segundo experto invitado del Foro Técnica Industrial. Durante los meses de noviembre y diciembre se ha encargado de responder a las dudas planteadas sobre energías renovables. Un currículum en el que figuran puestos como el de consejero de la Fundación Altran para la Innovación Tecnológica o el de miembro de la comisión Entorno y Sociedad de la Fundación Cotec demuestra que para este ingeniero las energías renovables y el medio ambiente son algo más que su profesión.

Inició su carrera casi a la par que comenzó el auge de las renovables. ¿Cómo fueron los comienzos del sector?

Sí, he estado presente activamente en estos últimos siete años, que es el periodo en el que se ha producido el auge de algunos subsectores, en especial el de la energía solar fotovoltaica. El eólico tenía una cierta inercia, creo que el desarrollo de esta área se labró ya a finales de los noventa, aunque el crecimiento más espectacular se ha producido en el último periodo. Otros subsectores, como el de la energía termosolar están viviendo su apogeo ahora, y otros, como es el caso de la eólica marina y de otras tecnologías se desarrollarán en la próxima década. Al principio, como en cualquier actividad pionera, hubo un mucho de valentía y visión por parte de determinados empresarios y emprendedores, y también por parte de la Administración, que supo crear un entorno normativo favorable que, en mi opinión, ha constituido el principal elemento catalizador del despegue de las energías renovables en España.

¿Y hasta ahora cómo ha evolucionado?

El resultado está a la vista: España se ha convertido en uno de los países con mayor experiencia acumulada en energías renovables; somos uno de los países con mayor potencia instalada de producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. Nuestras empresas, en especial en el área eólica, y en otros sectores emergentes como el de la energía termosolar son punteras en el ámbito mundial; se han desarrollado compañías de base tecnológica 100% españolas… Es claramente una historia de éxito.

«EN EE UU ALGUNAS DE LAS EMPRESAS QUE MÁS ESTÁN INVIRTIENDO EN EL SECTOR DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES SON ESPAÑOLAS»

¿Cree que España está a la altura de nuestros vecinos europeos o de EE UU?

Sin duda, y en muchos casos por encima y la prueba de ello es que en EE UU algunas de las empresas que más están invirtiendo en el sector de las energías renovables son españolas. De nuevo aquí la situación cambia según la tecnología de que hablemos: la energía eólica y la termosolar destacan por haber sabido crear un tejido económico industrial que exporta tecnología a los países más avanzados. En el caso de la energía solar fotovoltaica, el crecimiento fue más especulativo, y demasiado rápido para que diese tiempo a crear ese tejido productivo de empresas de primer nivel mundial, aunque hay excepciones. En el sector de la construcción, el cambio ha sido significativo gracias al Código Técnico de la Edificación, en términos de mejora de eficiencia energética de las nuevas edificaciones y de incorporación de las energías renovables. Sin embargo, dicho cambio no ha acarreado aún el desarrollo de una industria española de base tecnológica de producción de bienes de equipos. Siguen siendo la multinacionales alemanas, danesas y americanas las que concentran el saber hacer en el sector.

El Código Técnico de la Edificación marca un antes y un después en el sector de la construcción.

El Código Técnico de la Edificación marcará un hito en la construcción en España; esta normativa es una herramienta que está ayudando a concienciarse de la necesidad de modernizar las técnicas constructivas y de incorporar los dos grandes conceptos de moda: eficiencia energética y energías renovables. Desafortunadamente, ha coincidido con un momento económico en el que la construcción no es capaz de desplegar todo el potencial del código, pero, sin duda, sentará las bases de un sector completamente renovado en los próximos años e incluso de la aparición de una industria de base de fabricantes de equipos 100% españoles. Con la incorporación de grandes países como India y China al desarrollo, la economía basada casi exclusivamente en los hidrocarburos está llamada a desaparecer por dos razones: por las tensiones ambientales que crearía al planeta una economía tal y porque los costes del petróleo a largo plazo no dejarán de escalar en un escenario de demanda rampante y de oferta prácticamente estancada. En el caso de España, un país netamente importador de productos energéticos, la receta es clara: por un lado, todos los sectores se tienen que poner las pilas para mejorar su eficiencia energética, y, por el otro, tenemos que ser capaces de producir nosotros mismos el porcentaje más elevado posible de la energía primaria que consumimos. Y esa receta en el caso de la construcción se llama CTE. Así, en algunos años no será raro ver edificaciones -en especial del sector terciario (comercial y servicios)- que produzcan una parte significativa de la energía que consumen, que cedan a la red excedentes de energía producida. El paradigma de producción y consumo de energía que conocemos cambiará de forma drástica gracias al desarrollo de lo que se da en llamar redes inteligentes, y esto se acentuará aún más con el desarrollo de los vehículos eléctricos.

Uno de los temas planteados en el Foro Técnica Industrial que más interés ha suscitado es la formación en esta materia. Parece que hay una oportunidad de abrir nuevas áreas profesionales.

La formación de profesionales en las nuevas tecnologías va a requerir de un esfuerzo importante de adaptación y, a su vez, supone una oportunidad importante para la creación de servicios de valor, como fundar compañías especializadas en formación de profesionales y, sobre todo, empresas instaladoras especializadas. La formación es especial-mente importante, porque, además, es de ahí, de esos profesionales formados en las nuevas tecnologías, de donde surgirá el perfil exportador de empresas de base tecnológica de fabricación de bienes de equipo.

Algunos temas planteados sobre diseño, como el uso de la biomasa frente a otro tipo de combustibles, son los que más lecturas han tenido.

No es de extrañar. Las tecnologías de uso de biomasa para la generación de energía térmica han evolucionado muy rápidamente en los últimos años y se encuentran en un estado muy próximo a la madurez, compitiendo con otro tipo de combustibles. Además, existe un entorno normativo favorable para este tipo de combustible que está impulsando el uso de dichas tecnologías. Las mayores incertidumbres están en los costes de aprovisionamiento, las redes de distribución de la materia prima y la disponibilidad de la misma. En cualquier caso, este tema ha animado mucho el foro.

Nuestro foro se ha celebrado a la vez que la cumbre de Copenhague. Supongo que la habrá seguido de cerca.

Sí, la he seguido. En mi opinión, ha supuesto una decepción, una oportunidad perdida, puesto que no se alcanzó ningún acuerdo vinculante, en un momento en el que no podemos seguir perdiendo mucho tiempo. En el lado positivo, hay que reseñar que los compromisos, aunque sin validez legal internacional, de los países más contaminantes o que están llamados a serlo -China, Estados Unidos y otras potencias emergentes- suponen un cambio significativo respecto del anterior acuerdo de Kyoto. Espero que los objetivos marcados en Copenhague se materialicen pronto en un acuerdo internacional de obligado cumplimiento por parte de todos.

Por último, ¿cuál es el próximo reto del sector? ¿Y de la Administración?

Como retos más inmediatos mencionaría dos: por un lado, continuar en el proceso de reducción de costes, hasta hacer las energías renovables plenamente competitivas con otras fuentes de energía y, por otro, mejorar su integración en el sistema eléctrico. Por lo que se refiere a la reducción de costes, hay que decir que el sector ha realizado grandes avances: la energía eólica, por ejemplo, es, en muchos casos, una tecnología de producción plenamente competitiva; la energía solar fotovoltaica también ha hecho importantes avances, ha conseguido reducir sus costes en cerca del 40% en los últimos años. El tema de la integración en la red eléctrica es el siguiente: hemos llegado a un punto en el que el peso específico de las renovables en el conjunto de la producción de electricidad es muy elevado; pero ello plantea problemas que se derivan de la naturaleza misma de las renovables: la incertidumbre de la producción, su dispersión geográfica, etc. A pesar de que el modelo de Red Eléctrica es ejemplar, y se ha copiado en muchos otros países, el desarrollo ulterior de las renovables pasa por la mejora de tecnologías de red y el desarrollo de los sistemas de almacenamiento de energía que ayudarán a absorber los picos de producción en momentos de baja demanda y acercar más la producción al consumo. El papel de la Administración debe ser favorecer la innovación y fomentar su perfil exportador. Al fin y al cabo, el mercado español tiene un límite y un límite que está próximo, el futuro pasa por vender fuera todo el expertise que han acumulado nuestras empresas en estos últimos años de desarrollo de las renovables en España.

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