Los espacios confinados se consideran zonas de trabajo con riesgo grave y específico

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La actualización de la ‘Guía técnica de lugares de trabajo’ recoge una serie de indicaciones para actuar en caso de accidente en tolvas, silos, pozos, calderas, túneles y otros espacios confinados

Redacción Wolters Kluwer Es muy posible que todos hayamos oído alguna noticia sobre un accidente en el que un trabajador fallece por asfixia en un depósito y, a continuación, sus propios compañeros, que acuden en su auxilio sin observar las debidas precauciones, perecen también. El trabajo en espacios confinados genera numerosos accidentes mortales, múltiples y en cadena, por lo que es necesario extremar la precaución.

El trabajo en espacios confinados aparece en el Apéndice 1 de la reciente actualización de la Guía técnica de lugares de trabajo. Se trata de su principal novedad y no es un asunto baladí, ya que no existe un real decreto específico sobre los mismos y su normativa de aplicación está muy dispersa. Veamos los principales aspectos recogidos en la actualización de esta guía.

El acceso a los espacios confinados es esporádico, generalmente para operaciones de corta duración y no planificadas

Empecemos por preguntarnos qué es un espacio confinado. Se trata de un recinto con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural des-favorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables o donde puede haber una atmósfera deficiente en oxígeno y que no esté concebido para su ocupación continuada por los trabajadores. Su acceso es esporádico, generalmente para operaciones de corta duración y no planificadas, como construcción, limpieza, mantenimiento, inspección o rescate.

Características de los espacios confinados

Por sus especiales características, pertenecen al grupo de zonas de trabajo con riesgo grave y específico:

– Forma geométrica (complicada).

– Escasa o nula ventilación natural.

– Aislamiento ambiental/comunicativo.

– Accesibilidad a intervalos irregulares y para operaciones no habituales.

– Existencia de riesgos propios (característicos y contenidos en el propio espacio) más los complementarios (derivados
de instalaciones relacionadas, la
actividad que realizar, la meteorología,
etc.).

– Alta subcontratación, lo que complica
la coordinación de las actividades
empresariales y deriva en una falta de
colaboración e información, lo que incrementa
el riesgo de accidente.

– La evacuación y el rescate no están
facilitados y los riesgos para la salud
son muy graves o mortales, pudiendo
generalmente afectar a más de un trabajador.

– Son lugares de trabajo (tolvas, silos,
pozos, calderas, túneles, etc.) con
unos riesgos de especial peligrosidad
y, por tanto, es necesario definir un
procedimiento de trabajo que concrete
las pautas de actuación.

– Normalmente no hay trabajadores autorizados
para acceder a los espacios
confinados.

– La suma de estas características explica
el elevado número de accidentes.

Riesgos en los espacios confinados

Los riesgos existentes en un espacio
confinado se pueden clasificar en dos
grupos:

1. Generales: aquellos que, con independencia
de la peligrosidad de la
atmósfera interior, son debidos a las
deficientes condiciones materiales de
la zona de trabajo.

2. Específicos: los derivados de la atmósfera
peligrosa que se encuentra
en su interior. Habitualmente son llamados
riesgos específicos. Son los
siguientes:

– Riesgo de asfixia (por agotamiento de
oxígeno): el riesgo aparece cuando
la concentración de oxígeno de la atmósfera
es inferior a 19,5 %.

– Riesgo de incendio o explosión: se
considera que el riesgo aparece
cuando la concentración de polvos,
gases o vapores inflamables es superior
al 10 % de su límite inferior de
explosividad (LIE) o bien, cuando la
concentración de oxígeno es superior
al 23,5 % en volumen.

– Riesgo de intoxicación (por inhalación
de contaminantes), principalmente
por exposiciones agudas, por lo que
será fundamental conocer los valores
límite ambientales para corta exposición o, en su defecto, los límites de
desviación.

¿Cómo trabajar en un espacio confinado?

1. Localizar los espacios confinados en
la empresa para realizar una planificación
de los mismos.

2. Tras confirmar que el acceso al recinto
es imprescindible, se señalan
como espacios confinados.

3. Evaluar cada espacio confinado de
forma individual y teniendo en cuenta
toda la información posible: cómo
están, qué trabajos se han hecho, si
ha habido accidentes, etc. Se priorizará
la búsqueda de alternativas de
acceso, o al menos, la reducción del
tiempo de permanencia en el interior.

4. Revisar el entorno del recinto: información
de canalizaciones, etc.

5. Concretar los trabajos que realizar en
el espacio confinado.

6. Cuando la entrada a estos recintos
requiera una autorización de trabajo,
la información anterior se recogerá
en el documento Autorización de trabajo,
que formará parte del procedimiento
de trabajo.

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