Cuando la carrocería del coche es su batería

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Un equipo de científicos británicos investiga una solución para proporcionar energía y reducir el peso del coche eléctrico

El mundo de las baterías es una revolución constante. Dentro de todos los cambios en la forma de generar energía que al parecer nos traerá el futuro, las baterías son piezas fundamentales, ya que el almacenamiento de energía es uno de los mayores obstáculos que vencer a la hora de poder sacar todo el jugo al potencial de las energías renovables. Ahora, científicos del prestigioso Imperial College de Londres han lanzado un proyecto para conseguir que las distintas partes de la carrocería de un coche sean también el lugar de donde obtener la energía para moverse, su batería y fuente de alimentación.

El material podría utilizarse para fabricar las nuevas líneas de coches híbridos (que pueden utilizar gasolina o electricidad) y convertirlos así en vehículos más compactos, más eficientes energéticamente y capaces de recorrer más distancia sin necesidad de recargar las baterías.El proyecto, en el que colaboran diversos socios europeos y del sector privado, incluida la empresa de automóviles Volvo, cuenta con un presupuesto de 3,4 millones de euros y está en las primeras etapas de desarrollo, aunque promete excitantes resultados en el futuro.

«Estamos entusiasmados con el potencial de esta nueva tecnología. Pensamos que el coche del futuro podría tomar la energía que necesita para andar de su techo, su capó o incluso de la puerta, gracias al material en el que estamos trabajando. Incluso el navegador por satélite o el GPS podría alimentarse del propio material que lo cubre», señala el profesor Emile Greenhalgh, del Departamento de Aeronáutica del Imperial College y a cargo del proyecto.

Y señala el resto de dispositivos que podrían beneficiarse de este avance. «Las aplicaciones futuras de este material no se terminan aquí: podríamos tener un teléfono móvil que es tan fino como una tarjeta de crédito, porque no necesita una aparatosa batería, o un ordenador portátil que también se nutre de su propia cubierta y puede funcionar durante más tiempo sin necesidad de ser recargado», explica.

Los investigadores dicen que el material que están desarrollando, que se compone de fibras de carbono y resina de polímeros, almacenará y proporcionará grandes cantidades de energía mucho más rápidamente que las actuales baterías. Además, no utiliza procesos químicos, lo que también supone una ventaja respecto a las baterías tradicionales, puesto que se carga con mucha más rapidez y la ausencia de reacciones químicas hace que se genere muy poca degradación en el material, que no ha de ser reemplazado tan rápidamente.

Un 15% menos de peso

También podría reducir el peso de los actuales coches. En principio, se calcula una reducción de hasta el 15% del peso del automóvil, que podría ser mayor si se desarrolla un material más ligero en el futuro. Los actuales coches híbridos cuentan con un motor interno de combustión, que se utiliza cuando el coche acelera, y un motor eléctrico propulsado por baterías, que se pone en marcha cuando el coche circula a velocidad constante.

El vehículo necesita un gran número de baterías para alimentar el motor eléctrico, lo que hace que éste sea más pesado. Esto, a su vez, genera que el coche necesite más energía para funcionar y que las baterías hayan de ser recargadas cada poco tiempo.Una mejora de estas baterías y una reducción del peso general del vehículo supondrían allanar el camino significativamente para lograr unos coches híbridos mucho más parecidos a los que imaginamos en el futuro.

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