Aprovechamiento energético de los molinos de viento tradicionales de las islas Canarias

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Energetic use of traditional windmills of the Canary Islands

Resumen

Las máquinas eólicas en la actualidad se utilizan para producir energía eléctrica a partir de los aerogeneradores buscando incorporar las energías renovables a la red eléctrica. Sin embargo, los tradicionales molinos de viento son elementos de la arquitectura tradicional popular que pertenecen al pasado debido a que han desaparecido los modos de vida a los que iban ligados y, por ello, actualmente no son útiles para la sociedad actual. La conservación de los tradicionales molinos de viento en las islas Canarias resulta problemática ya que han quedado en desuso, por lo que se muestran inadecuados para la sociedad actual y, en consecuencia, se facilita el abandono de los mismos. Por ello se propone recuperar el funcionamiento de estos molinos de viento, dotándolos de un nuevo uso que consiste en producir energía eléctrica, lo que posibilitaría recuperar lo que aún no se ha perdido de estas construcciones tradicionales procedentes de la cultura industrial tradicional canaria.

Palabras clave

Molinos de viento, patrimonio, restauración, rehabilitación, conservación.

Abstract

Wind machines are currently used to produce electricity from wind turbines, trying to incorporate renewable energy into the grid. However, traditional windmills are elements of traditional folk architecture that belong to the past because the ways of life to which they were linked have disappeared and, as a result, they are no longer useful for today’s society. The conservation of the traditional windmills in the Canary Islands is problematic since they have been deprecated. Therefore, they are inadequate for the present society and, consequently, they can be easily abandoned. This is why it is proposed to restore the operation of these windmills, providing them with a new use consisting of producing electrical energy. This would make it possible to recover what has not yet been lost from these traditional constructions from the traditional Canarian industrial culture.

Keywords

Windmills, heritage, restoration, rehabilitation, conservation.

Recibido / received: 02.05.2017. Aceptado / accepted: 06.07.2017.

Introducción

En la actualidad las máquinas eólicas se utilizan generalmente para producir energía eléctrica a través de los aerogeneradores, buscando incorporar a las energías renovables al sistema de la red eléctrica. Las dimensiones de estos aerogeneradores varían según la potencia eléctrica que se desee obtener; de este modo se fija inicialmente el diámetro del rotor para luego decidir la altura de la torre. Los nuevos diseños de estas máquinas eólicas, los materiales novedosos empleados en su construcción, la mayor altura de las torres, así como los mayores diámetros de los rotores de aspas de los actuales aerogeneradores engrandecen la función histórica, la integración con el paisaje rural y la estética de los molinos harineros tradicionales de tiempos pasados.

Los tradicionales molinos de viento harineros son elementos de la arquitectura tradicional que pertenecen al pasado debido a que han desaparecido los modos de vida a los que iban ligados y por ello resulta que no son útiles para la sociedad actual. La falta de estudio y de inventario de los mismos y la fragilidad relacionada con el envejecimiento de todos los materiales empleados para su construcción los hacen especialmente vulnerables ante el abandono y el desinterés por parte de la sociedad actual. Como alternativa a las diversas estrategias existentes destinadas a procurar la conservación de estas construcciones pertenecientes a la arquitectura popular canaria, se propone recuperar el funcionamiento de estos tradicionales molinos de viento dotándolos de un nuevo uso, es decir, implantándoles una tecnología específica que les permita producir energía eléctrica mediante el acoplamiento de un generador de baja potencia, iniciativa similar a la propuesta por el Ayuntamiento de Campos, en Mallorca, con el Proyecto de Recuperación Patrimonial Molins de Campos en Mallorca, realizado por la Ingeniería y Consultoría Técnica Pascual Esteva SLL en el año 2000.

En la actualidad es posible implantar una tecnología adecuada para estas construcciones y que posibilitaría la obtención de energía eléctrica permitiendo a la sociedad actual obtener energía eléctrica, para poder utilizarla en los lugares donde no exista red general eléctrica debido a la inexistencia de infraestructuras o como complemento a la red eléctrica existente. La energía eléctrica obtenida se podría utilizar para dar servicio a las instalaciones complementarias vinculadas a los molinos como son los diversos talleres artesanales, así como para dar servicio al alumbrado público, tanto para la red viaria como para los parques, jardines y plazas urbanas (Cabrera García, 2010). Esta propuesta posibilita dar respuesta a la inoperatividad actual de los diversos tipos de molinos de viento tradicionales, incorporándoles un nuevo uso (producir energía eléctrica), y que es perfectamente compatible con estas construcciones de la arquitectura popular canaria. La iniciativa planteada posibilitaría recuperar lo que aún no se ha perdido de estas construcciones procedentes del patrimonio industrial tradicional canario y que, al mismo tiempo, es compatible con las necesidades sociales actuales en el interés creciente por obtener energía eléctrica a través de las energías limpias y renovables, en aras de disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Este artículo de investigación se aborda desde el planteamiento de un objetivo principal, realizar un estudio en el que se indique la energía eléctrica que se podría obtener de los
tradicionales molinos de viento con
la intención de recuperar, incorporar,
reutilizar y revitalizar los tradicionales
molinos de viento, que en la actualidad
se encuentran abandonados y en
ruinas, mediante la puesta en valor de
dichas construcciones proponiendo un
uso alternativo (producir energía eléctrica)
a los ya existentes como métodos
de conservación de estos elementos
singulares de la arquitectura popular
canaria.

Método

La energía eólica es una energía renovable
y es una variable de la energía
solar. Se obtiene a partir de la fuerza
del viento, resultante del desigual calentamiento
que produce el Sol en la
atmósfera y de las irregularidades del
relieve de la superficie terrestre. El
término de energía eólica se describe
como el proceso por medio del cual la
fuerza del viento es usada para generar
energía útil, ya sea mecánica o eléctrica.
En el pasado, el viento ha sido una
importante fuente de energía que se
utilizaba para poner en movimiento
medios de transporte (barcos de vela)
y para moler granos o bombear agua a
través de los molinos de viento.

El mayor interés que existe actualmente
en las máquinas eólicas consiste
en la producción de energía eléctrica
a partir de energía cinética del viento
como alternativa a la generación de
energía eléctrica utilizando los costosos
y contaminantes combustibles
fósiles. La cantidad de energía que
contiene el viento antes de pasar por
el rotor de aspas de un aerogenerador
depende fundamentalmente de tres
parámetros: la velocidad del viento, la
densidad del aire y el área de barrida
del rotor de aspas. La energía cinética
de una masa de aire que se desplaza
viene determinada por la denominada
«ley del cubo». La velocidad del viento
que pasa por el rotor de aspas es determinante,
ya que la energía cinética aumenta
proporcionalmente al cubo de
la velocidad a la que se mueve, es decir,
si la velocidad del viento se duplica, la
energía será ocho veces mayor.

No obstante, ni molino de viento
tradicional ni un aerogenerador pueden
capturar el 100% de la potencia
del viento, ya que su velocidad una vez
que atraviesa la superficie del rotor no
es nula. Las principales dificultades
que presenta el aprovechamiento de
esta energía renovable son: las variaciones
en la velocidad del viento y la
incapacidad de asegurar un suministro
constante y regular a lo largo de día.
En contraste con estos inconvenientes,
la energía eólica no contamina, es
inagotable y frena el agotamiento de
los combustibles fósiles a la vez que
puede competir en rentabilidad con
otras fuentes energéticas tradicionales.
Al contrario de lo que ocurre con
las energías convencionales, la energía
eólica no produce contaminación por
residuos o vertidos en el terreno, no
produce gases tóxicos expulsados hacia
la atmósfera y no contribuye al efecto
invernadero.

Los maestros molineros de los molinos
de viento tradicionales tenían
una cierta sensibilidad para deducir
la intensidad y velocidad del viento al
carecer de aparatos capaces de registrar
su velocidad y su intensidad. Por
ello, dichos parámetros eólicos los establecían
por métodos de visibilidad,
a través del movimiento del mar y sus
olas, por el movimiento de los árboles
y, finalmente, por el movimiento de
las nubes. Estos sistemas de visibilidad
permitían al maestro molinero intuir
la dirección y la velocidad del viento.
Existen tablas empíricas para deducir
la intensidad del viento (escala
Beaufort), en las que se establecen
equivalencias basadas en el estado de
la mar, de sus olas y de los efectos producidos
por la fuerza del viento en la
superficie de la tierra. En la tabla 1 se
indica el número de la escala de Beaufort,
la velocidad de viento, los efectos
en tierra y el aspecto del mar que produce
el viento.

Los molinos de viento tradicionales
comienzan a moverse a partir de
velocidades del viento de 6 km/h (1,66
m/s), que corresponde al número 2 de
la escala de Beaufort y deben recoger
velas o aminorar su rendimiento a partir
de los 28 km/h (7,77 m/s), que corresponde
con el número 4 de la escala
de Beaufort.

Para que los molinos de viento tengan
eficacia en su rendimiento, deben
estar instalados en lugares desprovistos
de barreras y de obstáculos naturales
(colinas, árboles) o de obstáculos artificiales
(edificaciones) que puedan entorpecer
la libre marcha de las corrientes
de viento, evitando en determinados
casos la aparición de ráfagas y torbellinos
que puedan comprometer la estabilidad
del molino. Aun no existiendo
los obstáculos anteriormente citados, debe tenerse en cuenta que el movimiento del viento a poca distancia del terreno es de naturaleza ondulante, no es constante ni uniforme hasta algunos metros de la superficie del terreno. Por ello, las torres que sostienen los rotores de aspas de los molinos de viento deben de tener una altura mínima que oscila entre 6,00 y 10,00 metros.

La intensidad de los vientos dominantes y la velocidad de los mismos se indican en la tabla 2: (Lopez Romero JJ, Cerón García FJ, 2008).

En función de la intensidad del viento, el aprovechamiento del mismo por los molinos de viento se fija entre las intensidades de ligero (2 m/s-7,2 km/h) y fuerte (16 m/s-57,60 km/h). El viento no es continuo, suele ir a ráfagas, con una dirección predominante pero no siempre exactamente la misma. Por lo tanto, es variable, con lo que no sopla con la misma dirección ni con la misma velocidad. Conocer los datos estadísticos sobre la velocidad del viento, las direcciones predominantes de circulación, la presión atmosférica, la temperatura y la humedad del aire en un lugar determinado son elementos claves para valorar la eficiencia de un molino de viento.

Las potencias eólicas máximas aprovechables (W/m2), considerando toda la superficie del rotor (πr2) de as-pas de las máquinas eólicas y según la velocidad de los vientos dominantes, se pueden calcular según se indican en la tabla 3 (López Romero JJ, Cerón García FL, 2008).

Resultados

Todos los cuerpos o masas en movimiento tienen una energía, llamada energía cinética y, por tanto, son capaces de desarrollar un trabajo. Cuanto mayor es la masa en movimiento (m) y su velocidad (v), mayor es la energía de que se dispone. La expresión matemática que expresa esta energía es la siguiente:

Energía cinética del viento = ½ mv2

La potencia máxima de un molino de viento que se podría aprovechar es la que transporta el viento que atraviesa la circunferencia que traza su rotor de aspas y viene dada por la siguiente expresión:


Donde:
P = Potencia en vatios (W)

p= Densidad del aire (kg/m3)

S = Superficie del rotor (m2)

V = Velocidad del viento (m/s)

Según demostró el físico alemán Albert Betz en 1919, no es posible aprovechar toda esta potencia del viento; solo puede llegarse al 59,2%, por lo que la expresión anterior se modifica de la siguiente forma:


Sin embargo, según los estudios experimentales realizados por el Laboratorio Eiffel (1983), la potencia más alta generada en un molino de viento no es el 59,2%, sino del entorno del 30%, y según las características de cada molino de viento (Valera Martínez-Santos, 2010).

Para obtener la potencia mecánica máxima en el eje inclinado del molino de viento previo al mecanismo de molienda, es necesario conocer los datos estadísticos sobre la velocidad del viento, sus direcciones predominantes, la presión atmosférica, la temperatura, las dimensiones de la circunferencia del rotor de aspas y la superficie total de velas expuestas al viento dominante.

Cálculo de la potencia mecánica máxima

Para calcular la potencia mecánica máxima aprovechable del viento, se estima una densidad del aire de 1,225 kg/m3, que se corresponde con un aire seco a una presión atmosférica estándar a nivel del mar y a 15 ºC (López Romero JJ, Cerón García FJ, 2008).

Molinos de viento harineros tipo torre

La estructura total del edificio se puede descomponer en dos secciones. La primera tiene forma troncocónica de planta circular de, aproximadamente, 6 metros de diámetro y consta de tres plantas de altura de dimensiones entre los 6 y 7 metros, siendo el elemento fijo y sustentante del molino. La segunda está constituida por una cubierta cónica peraltada de armazón de madera con unas dimensiones entre los 2 y los 3 metros de altura, sostiene el rotor de aspas del molino de viento y es el elemento móvil que permite orientar el rotor de aspas hacia los vientos dominantes (figura 1).

El rotor de aspas tiene un diámetro que oscila entre los 9 y los 15 metros y las aspas tienen forma trapezoidal, con dimensiones que oscilan entre los 4,50 y los 7,50 metros de longitud y los 2 metros de ancho. Para hacer frente a las variaciones de la velocidad del viento es necesario modificar la superficie de las velas de las aspas, plegando o desplegando las lonas según la fuerza del viento.

La potencia mecánica máxima obtenida en el eje del rotor de aspas del molino de viento previo al mecanismo
de la maquinaria que permite molienda
se obtiene a partir de la siguiente
expresión:


La velocidad del viento más apropiada
y óptima debido al rendimiento
mecánico de la maquinaria de molturación
para estos molinos de viento
harineros es de 7 m/s (25,2 km/h). Si
la velocidad del viento no pasa de 4
m/s (14,4 km/h) el rotor de aspas de
este tipo de molino de viento no se
mueve y cuando excede de 8 m/s (28,8
km/h) hay que reducir la velocidad
del rotor recogiendo velas de las aspas
para evitar la rotura del mismo y de la
maquinaria.

Por lo tanto, la potencia mecánica
máxima obtenida a partir del diámetro
del rotor de aspas y de la velocidad del
viento se indica en la tabla 4.

Sin embargo, se deben asumir pérdidas
mecánicas, por lo que la potencia
más alta generada por este tipo de
molino se estima en torno al 30% de
la potencia mecánica máxima obtenida
(Valera Martínez-Santos, 2010).

Los nuevos datos obtenidos considerando
dichas pérdidas se exponen en
la tabla 5.

Molino de viento harinero sistema Ortega

En líneas generales, el edificio es un
volumen de una altura y de planta habitualmente
rectangular. La torre de
madera está dividida en dos partes.
Una de ellas es exterior al edificio y
que sobresale del mismo con una altura
que oscila entre los 6 y 7 metros. La
otra parte es interior al edificio y tiene
una altura que oscila entre los 2 y los
2,60 metros, y la altura total está entre
los 9 y los 10 metros.

El rotor de aspas de este tipo de molino
de viento tiene un diámetro que
oscila entre los 6 y los 9 metros y la
estructura del mismo está compuesta
por una serie de palos largos denominados
largueros y una serie de palas de
madera denominadas fajas colocadas
en las aspas. Los largueros tienen una
longitud aproximada entre los 3 y los
4 metros y las fajas de las aspas están
compuestas habitualmente por cuatro
segmentos de madera con forma trapezoidal
con dimensiones aproximadas
de 1,5 metros de ancho por 2 metros de
largo (figura 2).

La potencia mecánica máxima obtenida
en el eje del rotor de aspas del
molino de viento previo al mecanismo
de la maquinaria que permite molienda
se obtiene a partir de la siguiente
expresión:


La velocidad del viento más apropiada
para estos molinos harineros es de 5
m/s (18 km/h). Si la velocidad del viento
no pasa de 2 m/s (7,2 km/h), el rotor
aspas de este tipo de molino de viento
no se mueve y cuando excede de 7 m/s
(25,2 km/h) hay que reducir la velocidad
del rotor retirando segmentos de
fajas de madera en las aspas para evitar
la rotura del rotor y de la maquinaria.

Por lo tanto, la potencia mecánica
máxima obtenida a partir del diámetro
del rotor de aspas y de la velocidad del
viento se indica en la tabla 6.

Sin embargo, se deben asumir pérdidas
mecánicas, y no se conocen estudios
detallados que cuantifiquen las
pérdidas de eficiencia en cuanto a la
potencia mecánica máxima que se podría
obtener en este tipo de molino de
viento tradicional.

Molino de viento harinero la Molina

La morfología y las dimensiones del
edificio del molino de viento la Molina,
al igual que los molinos de viento
sistema Ortega, son de naturaleza variable.
La torre de la Molina es el elemento
intermedio entre el rotor y la
maquinaria de molturación. La torre
de madera está dividida en dos partes.
Una de ellas es exterior al edificio
y sobresale del mismo con una altura
que oscila entre los 3,50 metros y los 5
metros. La otra parte es interior al edificio
y tiene una altura que oscila entre
los 3 y los 4,50 metros; su altura total
va de los 7 a los 10 metros.

El rotor de aspas de este tipo de molino
de viento tiene un diámetro entre
5 y 7 metros. Las aspas de la Molina
tienen forma trapezoidal, al igual que
las aspas del molino de viento tipo torre.
La estructura de cada aspa está
compuesta por una serie de palos largos
denominados largueros y un conjunto
de palos más pequeños llamados
teleras o traviesas que son las que sostienen
las lonas de tela. Las aspas tienen
una longitud aproximada entre los
2,50 y los 3,50 metros y una anchura
de 1,60 metros. Para hacer frente a las
variaciones de la velocidad del viento
es necesario modificar la superficie del
aspa, plegando o desplegando las lonas
según la fuerza del viento.

La potencia mecánica máxima obtenida
en el eje del rotor de aspas del
molino de viento previo al mecanismo
de la maquinaria que permite molienda
se obtiene a partir de la siguiente
expresión:


La velocidad del viento más apropiada
para estos molinos harineros es
de 5 m/s (18 km/h). Si la velocidad del
viento no pasa de 2 m/s (7,2 km/h), el
rotor aspas de este tipo de molino de
viento no se mueve; cuando excede de
7 m/s (25,2 km/h), hay que reducir la
velocidad del rotor recogiendo velas
para evitar la rotura del rotor y de la
maquinaria.

Por lo tanto, la potencia mecánica
máxima obtenida a partir del diámetro
del rotor de aspas y de la velocidad del
viento se indica en la tabla 7.

Sin embargo, se deben asumir pérdidas
mecánicas, y no se conocen estudios
detallados que cuantifiquen las
pérdidas de la eficiencia en este tipo de
molino de viento tradicional.

Molino de viento harinero sistema Romero

La morfología y las dimensiones del
edificio del molino de viento del sistema
Romero, al igual que la Molina,
son de naturaleza variable. La torre es
el elemento intermedio entre el rotor
de aspas y la maquinaria de molturación y está dividida en dos partes: una
de ellas es exterior al edificio y sobresale
del mismo con una altura entre los
3,50 y los 4,50 metros. La otra parte
está en el interior del edificio y tiene
una altura que oscila entre los 3 y los
4,50 metros. La altura total va entre
los 6 y los 9 metros.

El rotor de aspas de este tipo de
molino de viento tiene un diámetro
que oscila entre 6 y 8 metros y está
formado generalmente por seis aspas.
Las aspas tienen forma trapezoidal y
la estructura inicial de cada aspa está
compuesta por una serie de palos largos
denominados largueros, de una
longitud aproximada entre los 3 y los
4 metros y una serie de palas de madera
denominadas fajas de 1,70 metros
de anchas. Con el paso del tiempo, se
cambia la estructura de las fajas, sustituyendo
la configuración de las velas
de madera por velas de lonas de tela, lo
que facilita la recogida de las mismas
ante los fuertes vientos (figura 4).

La velocidad del viento más apropiada
para estos molinos harineros es
de 5 m/s (18 km/h). Si la velocidad del
viento no pasa de 2 m/s (7,2 Km/h) el
rotor aspas de este tipo de molino de
viento no se mueve; cuando excede de
7 m/s (25,2 km/h) hay que reducir la
velocidad del rotor y recoger velas para
evitar la rotura del rotor y de la maquinaria.

Por lo tanto, la potencia mecánica
máxima obtenida a partir del diámetro
del rotor de aspas y de la velocidad del
viento se indica en la tabla 8.

Sin embargo, se deben asumir pérdidas
mecánicas, y no se conocen estudios
detallados que cuantifiquen las
pérdidas de la eficiencia en este tipo de
molino de viento tradicional, al igual
que ocurre con los molinos de viento
harineros sistema Ortega y la Molina.

Conclusiones

Los tradicionales molinos de viento
que han sobrevivido al paso del tiempo
en las islas Canarias ofrecen datos
sobre la economía y las técnicas que
empleaban los habitantes canarios en
épocas pasadas. La solución clásica de restauración y rehabilitación consiste en crear numerosos centros de interpretación para garantizar la conservación de la mayor parte de las construcciones de la arquitectura tradicional popular como recuerdos históricos de las antiguas técnicas artesanales, agrícolas o industriales por su gran valor didáctico y para incentivar el estudio de la evolución de la sociedad en el curso del tiempo. Sin embargo, solo se limitan a conservar las edificaciones tradicionales como documentos etnográficos estáticos, asumiendo la pérdida de la forma de vida a las que daban origen.

La posibilidad de dotar a los tradicionales molinos de viento de las islas Canarias de una tecnología adecuada para obtener energía eléctrica permitiría dar una respuesta a la inoperatividad actual de los diversos tipos de molinos de viento tradicionales incorporándoles un nuevo uso (producir energía eléctrica), y que es perfectamente compatible con estas construcciones singulares de la arquitectura tradicional. La energía eléctrica obtenida se podría utilizar para dar servicio a las instalaciones complementarias vinculadas a los molinos de viento tradicionales como son los diversos talleres artesanales y para dar servicio al alumbrado público, tanto para la red viaria como para los parques, jardines y plazas urbanas. La iniciativa planteada posibilitaría recuperar lo que aún no se ha perdido de estas construcciones tan singulares procedentes de la cultura industrial tradicional canaria, y que al mismo tiempo es compatible con las necesidades sociales actuales en el interés creciente por la obtención de energía eléctrica a través de las energías limpias y renovables, en aras de disminuir la obtención de energía a partir de los combustibles fósiles y contaminantes.

Las diversas actuaciones que realizar en los distintos tipos de molinos de viento tradicionales se plantearán caso por caso, por lo que en cuanto a la rehabilitación se refiere, tanto la sustitución de los elementos en estado ruinoso como la incorporación de nuevos elementos han de tener en cuenta los documentos de obligado cumplimiento como son las Cartas del Restauro de Venecia y de Cracovia, así como la legislación vigente en materia de patrimonio. Mayoritariamente, se trataría de consolidar las fábricas resistentes y los acabados de los edificios, así como la sustitución de aquellos elementos deteriorados de la maquinaria, que están hechos de madera, diferenciándolos de los originales. En otro orden de cuestiones, se debe minimizar el rozamiento mecánico de los elementos de la maquinaria de los molinos de viento, evitando las elevadas pérdidas mecánicas que puedan producirse para obtener la máxima eficiencia de los molinos de viento tradicionales con la energía eléctrica a partir de la energía cinética del viento.

Para obtener energía eléctrica en los tradicionales molinos de viento del archipiélago canario es necesario acoplar un generador eléctrico y las baterías necesarias para almacenar la energía producida y así facilitar su acumulación y permitir el suministro eléctrico para cuando no esté presente el viento. Los generadores eléctricos pueden ser de corriente continua (dinamos), que se han ido abandonando, y los generadores de corriente alterna. En este último caso hay de dos tipos: generadores sincrónicos o alternadores y generadores asincrónicos o de inducción.

Para el caso concreto de los molinos de viento tradicionales resulta óptima la utilización de los generadores sincrónicos, que aunque tienen un mayor rendimiento potencial, deben operar a velocidad constante si se quiere mantener fija la frecuencia. Debido a la variabilidad de los vientos, es muy aconsejable en instalaciones aisladas de la red eléctrica acumular la energía obtenida en baterías y desde ellas alimentar la demanda de energía eléctrica. En estos casos la frecuencia no tiene importancia, ya que habrá rectificadores (inversores) que transformarán la corriente continua en corriente alterna y vice-versa. Entre el rotor de aspas y el generador se dispondrá de una caja multiplicadora, que se encargará de elevar el número de revoluciones por minuto del eje mecánico del rotor de aspas, ya que en los molinos de viento harineros tradicionales se estima el número de vueltas del eje inclinado que proviene del rotor en torno a 12 rpm, y los generadores comerciales requieren girar a velocidades entre las 1.000 rpm y las 3.000 rpm, dependiendo de las características constructivas y la frecuencia que obtener.

Además, es necesario disponer de un regulador de la velocidad del giro del rotor de aspas para evitar que estas trabajen a altas velocidades que comprometan la resistencia de los materiales empleados o induzcan vibraciones perjudiciales para la maquinaria. El control del funcionamiento de esos molinos de viento tradicionales puede realizarse a través de la incorporación un anemómetro que permita determinar cuándo debe actuar el mecanismo de frenado de los molinos de viento, tanto para los valores máximos como para los valores mínimos del viento. Toda la adaptación mecánica se realizará fundamentalmente en los interiores de los edificios de los molinos de viento tradicionales, salvo el anemómetro, que se dispondrá en los exteriores de los mismos.

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